Las esperanzas de comicios libres y justos para restablecer la democracia en Venezuela quedaron en entredicho después de que el régimen izquierdista bloqueara el intento de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), principal núcleo antichavista, de inscribir su candidatura presidencial, rompiendo así la promesa hecha en 2023 en Barbados de garantizar un proceso electoral transparente y limpio en 2024.
La PUD recibió una prórroga de 12 horas del Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el oficialismo, e inscribió provisionalmente al opositor derechista Edmundo González como candidato, con la opción de cambiarlo posteriormente. Sin embargo, la PUD insistió en luchar por registrar su verdadera "candidatura unitaria".
La preocupación se extendió a nivel internacional, con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, manifestando su inquietud por los acontecimientos recientes en Venezuela y expresando su apoyo a la oposición. Esto generó una fuerte reacción por parte de Caracas, acusando a Colombia de injerencia en asuntos internos.
Otros líderes latinoamericanos también expresaron su preocupación, incluyendo al presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, quien cuestionó la transparencia del proceso electoral en Venezuela, y al presidente argentino, Javier Milei, quien instó a Maduro a garantizar elecciones libres.
La exclusión de la PUD de las elecciones y el bloqueo a la candidatura de la opositora María Corina Machado, ganadora de las primarias en la PUD, representan un revés para el acuerdo firmado en Barbados y socavan la credibilidad del proceso electoral en Venezuela.