Una tormenta de nieve histórica impactó el oeste del estado de Nueva York ayer, con más de 1.8 metros de nieve en algunos lugares, cierre de carreteras, restricciones de circulación y cancelaciones de vuelos en el fin de semana anterior al feriado de Acción de Gracias.
Las nevadas extremas “producirán una visibilidad cercana a cero, viajes muy difíciles o imposibles, daños a la infraestructura y pueden paralizar a las comunidades más afectadas”, informó el Centro de Predicción Meteorológica.
Se han registrado nevadas de más de 1.8 metros en dos lugares, según el Servicio Meteorológico Nacional. En Orchard Park, donde juegan los Buffalo Bills de la NFL, la nieve fue de 1.95 metros en las últimas 48 horas, y Natural Bridge, justo al este de Watertown, fue igualmente de 1.8 metros, cifras históricas para el área.
En medio de la intensificación de la nevada, dos habitantes del condado murieron por complicaciones cardíacas relacionadas con palear nieve y en sus intentos por despejar los caminos de sus terrenos, manifestó el ejecutivo del condado de Erie, Mark Poloncarz.
“Enviamos nuestras más profundas condolencias y recordamos a todos que esta nieve es muy pesada y peligrosa”, aclaró Poloncarz. “Eviten palear nieve muy pesada y húmeda, y tengan cuidado y eviten hacer esfuerzos excesivos”.
Las alertas de clima invernal todavía estaban vigentes para más de 6 millones de personas en seis estados de los Grandes Lagos: Wisconsin, Michigan, Indiana, Ohio, Pensilvania y Nueva York.
Los meteorólogos y los funcionarios alertaron sobre la naturaleza potencialmente mortal de esta tormenta de nieve, que es histórica incluso para la región de Buffalo, donde las nevadas intensas son la norma durante los meses de invierno. Se espera que la fuerte nevada continúe durante el domingo con pequeños periodos de alivio.
Este mes ya es el tercer noviembre más nevado de Buffalo gracias a esta tormenta, según el servicio meteorológico local. El alcalde de Buffalo, Byron Brown, indicó que, si bien su ciudad está acostumbrada a las fuertes nevadas, esto es “mucho más de lo que solemos recibir”.
Dijo que la ciudad podría volver a “cierta sensación de normalidad” el lunes o el martes, suponiendo que lo peor de la tormenta ocurra el domingo.