Luisiana, EU.- El huracán Francine azotó la costa de Luisiana el miércoles por la noche como una peligrosa tormenta de categoría 2, dejando sin electricidad a más de un cuarto de millón de clientes y amenazando con provocar inundaciones generalizadas al empujar mareas potencialmente mortales tierra adentro a lo largo de la costa estadounidense del Golfo de México.
Francine tocó tierra a las 4 de la tarde —hora del centro del país— en el distrito de Terrebonne, a unos 50 kilómetros al suroeste de Morgan City, anunció el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés). Con vientos máximos sostenidos de casi 155 kilómetros por hora, el huracán entró por una frágil región costera que aún no se ha recuperado completamente de una serie de huracanes devastadores en 2020 y 2021.
El jefe de bomberos de Morgan City, Alvin Cockerham, dijo que la llegada del huracán inundó rápidamente las calles, destrozó líneas eléctricas y derribó ramas de árboles.
"Es un poco peor de lo que esperaba, para ser honesto con usted", dijo Cockerham. "He enviado a todos mis camiones de vuelta a la estación; es demasiado peligroso estar ahí afuera con esto".
De momento no ha habido informes de personas heridas ni fallecidas.
Los noticiarios de televisión de las comunidades costeras de Luisiana mostraban olas de lagos, ríos y aguas del Golfo de México estrellándose contra diques. El agua inundó calles y vecindarios en medio de aguaceros cegadores. Los robles y los cipreses se inclinaban bajo la fuerza del viento, y algunos postes de electricidad se balanceaban. A medida que avanzaba tierra adentro, Francine arrojó lluvias torrenciales sobre Nueva Orleans y zonas vecinas, aumentando los temores de inundaciones.
Los apagones en Luisiana afectaron la mayoría de las viviendas y negocios en los distritos costeros más cercanos al punto de entrada de la tormenta, así como a sus vecinos tierra adentro.
El NHC instó a los residentes a refugiarse durante la noche mientras el huracán se movía hacia el noreste. La trayectoria del meteoro incluía Nueva Orleans, por donde los meteorólogos dijeron que podría pasar el ojo de la tormenta.
La sexta tormenta del Atlántico ganó fuerza gracias a la temperatura sumamente elevada de las aguas en el Golfo de México, fortaleciéndose hasta alcanzar la categoría 2 con vientos superiores a los 155 km/h horas antes de tocar tierra.