Redacción
En un desarrollo que plantea desafíos significativos para la administración del presidente Joe Biden, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (CBP) informó que en el mes de agosto detuvo a un total de 177,000 personas migrantes que intentaron cruzar la frontera de manera indocumentada.
Esta cifra representa un récord histórico y un revés para la estrategia del gobierno estadounidense destinada a frenar la migración ilegal.
Según datos preliminares obtenidos por The Washington Post, de las 177,000 personas detenidas en agosto, aproximadamente 91,000 viajaban en familias, superando el número de adultos que intentaron cruzar la frontera solos.
Esto marca la primera vez durante la administración de Biden en la que las autoridades fronterizas arrestan a más familias que individuos solos.
El incremento en la detención de familias se atribuye principalmente a la llegada de migrantes procedentes de Guatemala, Honduras, Ecuador, Perú y varios países asiáticos.
Sin embargo, es importante destacar que esta tendencia no incluye a nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, quienes tienen acceso a un programa que permite la entrada de hasta 30,000 personas por mes a Estados Unidos.
La administración de Biden implementó una nueva política en mayo con el objetivo de reducir la migración irregular, en respuesta a la cancelación del controvertido programa "Quédate en México" aplicado durante la presidencia de Donald Trump.
Esta nueva política busca ofrecer vías legales alternativas para ingresar a EUA, como una aplicación móvil, mientras que al mismo tiempo refuerza las sanciones contra aquellos que intenten cruzar la frontera sin documentos.
La situación en la frontera continúa siendo un tema de preocupación y debate, ya que la administración Biden se esfuerza por encontrar un equilibrio entre la humanidad y la seguridad en su política migratoria.
Estadounidenses, críticos de política migratoria
Los estadounidenses dan baja calificación al Gobierno estadounidense por su manejo de la situación en la frontera, según una encuesta del Centro de Investigación Pew.
Sólo el 23% de los estadounidenses dice que el Gobierno está haciendo un buen trabajo al tratar con el gran número de personas que buscan asilo en la frontera, mientras que más del triple (73%) dice que está haciendo un mal trabajo.
Por su parte, casi la mitad de los estadounidenses (47%) considera que la inmigración ilegal es un problema muy grande en el país, frente al 38% del año pasado.