Este martes, tanques israelíes avanzaron hasta el centro de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, en medio de enfrentamientos con milicianos palestinos, según informaron fuentes de seguridad palestinas y testigos presenciales.
Los ataques israelíes en un campamento de tiendas de campaña en una zona de evacuación al oeste de Rafah resultaron en la muerte de al menos 21 personas, según las autoridades sanitarias de Gaza. Este incidente se produjo dos días después de que otro ataque aéreo israelí contra un campamento provocara una condena mundial.
Servicios de emergencia de Gaza informaron que cuatro proyectiles de tanque impactaron en un grupo de tiendas de campaña en Al-Mawasi, una zona costera donde Israel había recomendado a los civiles de Rafah trasladarse para su seguridad. Entre las víctimas, al menos 12 eran mujeres, según funcionarios médicos del enclave palestino. Un portavoz militar israelí declaró: "Hasta el momento, no tenemos conocimiento de este incidente".
Es la primera vez que los tanques israelíes alcanzan el centro de Rafah tras una noche de intensos bombardeos. Testigos presenciales y una fuente de seguridad de Rafah confirmaron la presencia de tanques israelíes en la rotonda de Al Auda, en el corazón de la ciudad.
"No hemos dormido en toda la noche porque había bombardeos por todas partes, tiros de artillería y bombardeos aéreos", relató Faten Juda, una residente de 30 años del barrio de Tal Al Sultan, donde ocurrió el bombardeo del domingo. "Fue horrible. Vimos a todo el mundo huyendo de nuevo. Nosotros también vamos a irnos, tememos por nuestra vida".
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) informó que un millón de civiles huyeron de Rafah desde que Israel inició su operación terrestre. "Esto ocurrió sin ningún lugar seguro al que ir y entre bombardeos, escasez de comida y agua", denunció la UNRWA, afirmando que prestar ayuda en esa zona es "casi imposible".
Un video obtenido por Reuters mostraba a familias desplazándose nuevamente, cargando sus pertenencias por las calles destrozadas de Rafah, con niños cansados siguiéndolos. "Hay muchos ataques, humo y polvo. Es la muerte de Dios... Los [israelíes] están golpeando por todas partes. Estamos cansados", dijo Moayad Fusaifas, empujando sus pertenencias en dos bicicletas.