SAN JOSÉ, Costa Rica., septiembre 2 (EL UNIVERSAL).- Con una tarea para prevenir incendios, Estados Unidos buscó anticiparse a cualquier sorpresa política y desplegó desde agosto anterior un menú de presión diplomática para tratar de bloquear que se concrete la amenaza de la derecha guatemalteca de perpetrar un golpe de Estado en Guatemala, que impediría el ascenso del centroizquierdista Bernardo Arévalo a la Presidencia de ese país y causaría daños devastadores a la democracia en América.
Arévalo, sociólogo y antropólogo guatemalteco que el 20 de agosto pasado ganó la segunda ronda de los comicios presidenciales de Guatemala y recibió el mandato popular de iniciar, el próximo 14 de enero, un gobierno de cuatro años, denunció el viernes 1 de septiembre que en esa nación hay un plan de golpe de Estado para cerrarle el camino a la Presidencia. Los adversarios de Arévalo ya denunciaron fraude electoral.
Con un mapa continental marcado por luces de alarma de deterioro democrático, ruptura del orden constitucional o autoritarismo y totalitarismo en El Salvador, Cuba, Nicaragua y Venezuela, la credibilidad de EU como defensor de las elecciones libres, justas, transparentes y verificables como timones cruciales de la democracia hemisférica podría sufrir un desgaste en la eventualidad de un quiebre golpista en Guatemala.
"Si ocurre un golpe de Estado en Guatemala alentaría a que el resto de los países busque mecanismos similares para impedir que asuma la presidencia alguien que cuenta con el apoyo popular masivo, pero que no es de satisfacción para las élites gobernantes y poderosas", advirtió el politólogo costarricense Carlos Murillo, director del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo de la (estatal) Universidad de Costa Rica.
"Con lo que se observa en América Latina en términos de solidez de la democracia, que Arévalo no pueda asumir en enero próximo (...) es no solo un golpe de Estado sino un golpe que prácticamente dejaría a la ya débil democracia en Centroamérica en condición agónica", dijo Murillo a EL UNIVERSAL.
"En Nicaragua se rompió el orden constitucional, en El Salvador se rompe el orden constitucional en la medida en que (el presidente derechista) Nayib Bukele anuncia su candidatura (para reelegirse en 2025 para otro quinquenio) cuando no puede hacer eso. Estamos viendo tensiones también en Honduras", subrayó.
Las reelecciones de los presidentes izquierdistas de Nicaragua, Daniel Ortega, en 2021, y de Venezuela, Nicolás Maduro, en 2018, fueron desconocidas por la mayoría de naciones americanas al aducir que violentaron el ordenamiento constitucional.
Una alteración similar en Guatemala enlodaría todavía más las aguas de la democracia en América, también debilitada por el avance de rigurosos procesos políticos hegemónicos, de izquierda o de derecha.
Los temores en Guatemala
Por ser de centroizquierda con su partido, el opositor Movimiento Semilla, Arévalo asustó a la derecha guatemalteca que, tras el paulatino retorno a la democracia iniciado por Guatemala en 1986, preservó el timón del escenario sociopolítico y económico interno que dominó por 32 años con un régimen militar derechista que se instaló en 1954 en una intervención armada de EU.
"Existe un grupo de políticos y funcionarios corruptos que se niega a aceptar este resultado", advirtió el mandatario electo. "Se ha puesto en marcha un plan para romper el orden constitucional y violentar la democracia", describió, en una dramática alerta nacional e internacional en una nación con un voluminoso expediente de golpes de Estado en el siglo XX.
"Estas acciones constituyen un golpe de Estado que es promovido desde las instituciones que deberían de garantizar la justicia en nuestro país", como el Ministerio Público (Fiscalía General) y la junta directiva del Congreso de la República "y otros actores corruptos y antidemocráticos", precisó.
Antes y después de esa alerta que Arévalo lanzó en la capital guatemalteca, Washington recurrió a un menú de instrumentos diplomáticos para hacerle llegar a las poderosas fuerzas de la derecha de Guatemala su mensaje de que EU, en asocio con bloques de la comunidad internacional como la Organización de Estados Americanos (OEA), exigirá el respeto a los resultados del 20 de agosto.
Entre los pasos ejecutados por Estados Unidos sobre Guatemala están:
- En un hecho que implícitamente significó volver a ratificarle el reconocimiento de Washington como legítimo presidente electo y del saldo de la expresión popular en las urnas, la vicepresidenta de EU, Kamala Harris, conversó por teléfono este viernes con Arévalo. En un comunicado, la Casa Blanca informó que, en la plática con Arévalo, Harris resaltó la importancia de la preservación de los valores y las instituciones democráticas en Guatemala.
Harris tuiteó que coincidió con Arévalo en la necesidad de "fortalecer el Estado de derecho en Guatemala".
- La administración del presidente de EU, Joe Biden, anunció el viernes que el subsecretario de Estado estadounidense, Richard Verma, llegará el próximo martes a Guatemala para reunirse con Arévalo.
La visita de Verma se registrará como el primer encuentro personal directo del equipo de Biden con Arévalo luego de que el presidente electo reveló el plan de golpe de Estado para impedirle reemplazar al actual presidente de Guatemala, el derechista Alejandro Giammattei.
- El 21 de agosto, ya con las cifras oficiales de las votaciones, el presidente Biden congratuló a Arévalo por su victoria, le ofreció trabajar en conjunto por la "prosperidad" y la "seguridad" de Guatemala.
"Felicitaciones al pueblo de Guatemala por una segunda vuelta electoral justa y pacífica, y a Bernardo Arévalo de León por su elección como próximo presidente de Guatemala", declaró Biden al día siguiente de la consulta, una de las más controversiales en la historia guatemalteca.
- EU rechazó, el pasado 29 de agosto, lo que catalogó como "esfuerzos inaceptables" de la Fiscalía contra Semilla y Arévalo y mostró inquietud por "las continuas acciones de quienes pretenden socavar la democracia de Guatemala.
En un logro de la Fiscalía a solicitud de una fuerte presión ante una instancia judicial, la Dirección General del Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral de Guatemala suspendió provisionalmente la personería jurídica de Semilla. Una hora después ese mismo día, sin embargo, el Tribunal proclamó a Arévalo presidente electo.
Washington "sigue preocupado por las continuas acciones de aquellos que buscan socavar la democracia de Guatemala. Tal comportamiento antidemocrático, incluidos los esfuerzos del Ministerio Público y otros actores para suspender el partido político del presidente electo e intimidar a las autoridades electorales, socava la clara voluntad del pueblo guatemalteco", planteó el 29 el Departamento de Estado de EU.
- La oleada de asedio sobre Arévalo y Semilla prosiguió el 30, cuando el Congreso de Guatemala atendió una orden de un juzgado guatemalteco emitida a solicitud de la Fiscalía y desconoció a la bancada legislativa de ese partido y declaró independientes a sus cinco diputados. El fallo parlamentario está ligada a la cancelación provisional de la personería jurídica de Semilla en el Tribunal, en un caso de presuntas irregularidades por el uso de firmas falsas en un trámite de registro partidista.
En respuesta al listado de actos de hostigamiento sobre Arévalo y Semilla, EU se sumó a la resolución que la OEA aprobó este viernes para ratificar el reconocimiento hemisférico a Arévalo como el próximo mandatario legítimo de Guatemala.
En su pronunciamiento unánime sobre Guatemala, la OEA defendió que la separación de poderes "es esencial" para la democracia y ratificó que es inaceptable utilizar el sistema legal como "herramienta" para intimidar, suspender indebidamente derechos civiles y políticos y "cambiar indebidamente" los resultados electorales.
El subsecretario de Estado Adjunto de EU para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, insistió en que "la voluntad del pueblo guatemalteco debe respetarse".
"Aplaudimos la declaración de la OEA que reconoce los resultados certificados de las elecciones de Guatemala y reafirma la preocupación de la comunidad internacional por las acciones inaceptables para socavar el proceso democrático", tuiteó Nichols.
La declaración de Nichols fue parte de la batería de instrumentos diplomáticos utilizados por EU para contrarrestar los riesgos de golpe de Estado en Guatemala.
Las trabas para Semilla y Arévalo en Guatemala
Tras quedar sorpresivamente de segundo en la primera ronda electoral, que se realizó el 25 de junio de este año, Arévalo y Semilla debieron sortear una serie de ataques judiciales emprendida—sin éxito—por la Fiscalía con apoyo de sectores económicos y militares de la clase política tradicional de Guatemala para obstaculizar que avanzara a la segunda y definitiva etapa de agosto.
Arévalo derrotó en segunda fase a la centroderechista Sandra Torres, de la opositora Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y ganadora de la primera. Los grupos que tradicionalmente controlaron los hilos del poder en Guatemala le apostaron en primera vuelta a otros candidatos afines a sus intereses y que fueron eliminados, por lo que el tránsito de Arévalo a la segunda nunca estuvo en el escenario de las añejas alianzas de poder.
La Fiscalía negó repetidamente que pretenda interferir en el proceso electoral.
Los influyentes ámbitos tradicionales se alinearon en torno a un denominado Pacto de Corruptos. Identificado como una conjura partidista y empresarial de la derecha guatemalteca, el Pacto se forjó hace unos 20 años e instauró en 2017 con apoyo de redes militares para controlar los poderes Ejecutivo, Legislativo, Electora y Judicial, la Contraloría General y la Fiscalía.
Por diversas y fallidas vías judiciales y electorales, el Pacto intentó sacar a Arévalo de su camino a la presidencia y todavía sigue sin conseguir su meta, aunque está bajo el foco de atención nacional e internacional.