Un panorama de destrucción, muerte y desolación. Así quedó el hospital Al-Shifa en Gaza, luego de que las fuerzas israelíes se retiraran este lunes 1 de abril en horas de la madrugada, tras una operación de dos semanas.
La retirada fue anunciada por el Ejército israelí, que afirmó haber "eliminado y detenido a cientos de combatientes armados" en los alrededores del hospital, pero Hamás y el personal médico negaron cualquier presencia armada palestina en las instalaciones hospitalarias.
"Las fuerzas israelíes completaron sus actividades operativas precisas en torno al hospital Al-Shifa y abandonaron el área del hospital", anunciaron mediante un comunicado.
En tanto, testigos presenciales palestinos confirmaron que la retirada de las tropas del centro médico se produjo alrededor de las 4:30 horas.
Tras la salida de las fuerzas, cientos de personas acudieron apresuradamente al área circundante que rodea al complejo sanitario para evaluar los daños en los distritos residenciales tras los enfrentamientos entre Israel y Hamás.
Israel afirmó que las operaciones dentro del hospital Al-Shifa se llevaron a cabo para "evitar daños a civiles, pacientes y equipos médicos".
Sin embargo, un portavoz del Servicio de Emergencia Civil de Gaza apuntó contra las fuerzas israelíes al acusarlas de ejecutar a dos personas cuyos cuerpos fueron encontrados esposados en el complejo, además de utilizar excavadoras para exhumar cuerpos enterrados en los terrenos del hospital.
Desde que comenzó el conflicto el 7 de octubre de 2023, tras el sorpresivo ataque de Hamás, Israel señaló que esta es una de las operaciones más "exitosas" que han llevado a cabo, por la cantidad de "terroristas" que han logrado capturar en el hospital, donde aseguran que las milicias de la Franja se estaban reagrupando.
Esta ha sido la cuarta operación militar contra uno de los pocos hospitales parcialmente operativos en el norte de la Franja, la primera fue en noviembre pasado. Israel justificó las acciones al sostener que recibió información de su inteligencia de la presencia de milicianos dentro del complejo.
El Ministerio de Sanidad de Gaza denunció que la incursión más reciente contra el hospital ha resultado en al menos 400 muertos en toda la zona, con la destrucción de más de 1.000 casas. Sin embargo, las fuerzas israelíes afirmaron que sus operaciones militares no han tenido como objetivo "pacientes, personal médico ni equipos médicos".