A cinco años del devastador incendio que casi la destruye, la catedral de Notre Dame se prepara para volver a abrir sus puertas después de uno de los procesos de restauración más desafiantes de los últimos tiempos.
Philippe Jost, presidente del organismo público encargado de supervisar su reconstrucción, confirmó que la fecha de apertura sigue siendo el 8 de diciembre.
Más de 250 empresas y cientos de artesanos, arquitectos y otros profesionales participaron en la rehabilitación de esta obra maestra del gótico, inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La primera fase implicó la remoción de toneladas de escombros y se prolongó debido a las interrupciones causadas por la pandemia de Covid-19, así como por la necesidad de garantizar medidas de seguridad y la descontaminación del edificio, especialmente del plomo proveniente del tejado que se derritió durante el incendio. Esta etapa se completó en el verano de 2021, con un costo de 150 millones de euros (unos 155 millones de dólares).
Posteriormente, comenzaron las obras de restauración tanto en la catedral como en los talleres de artesanos que participaron en la reparación o recreación de vidrieras, piedras y la estructura de madera de la nave y el coro. Esta compleja operación, finalizada en marzo, requirió el uso de más de mil árboles bicentenarios seleccionados en los bosques franceses.
La aguja diseñada por el arquitecto Viollet-le-Duc, que colapsó junto con parte del techo, volvió a ser visible en febrero.
En el interior del templo, se llevó a cabo una exhaustiva limpieza de paredes, vidrieras, bóvedas y decoraciones, lo que ha devuelto a la catedral una luminosidad desconocida en la memoria reciente.
El gran órgano, cubierto de polvo de plomo, fue limpiado y sus 8 mil tubos fueron ensamblados nuevamente uno por uno. Se espera que su afinación dure seis meses.
Se prevé que para el verano, las obras en los techos de la nave, del coro y de la aguja estén finalizadas, al igual que la restauración de los suelos a cuadros en blanco y negro y algunos trabajos en el mobiliario de arte interior. También se está instalando un importante sistema antiincendios.
Los vitrales de época, incluidos los tres enormes rosetones medievales, ahora muestran una luz tamizada. Se ha lanzado un concurso para la creación de vitrales contemporáneos, que se instalarán después de 2026.
Se espera que el presupuesto total de esta fase de reconstrucción se mantenga "por debajo" de los 550 millones de euros estimados (unos 585 millones de dólares), según Jost.
El incendio de Notre Dame provocó un movimiento de solidaridad global que resultó en 846 millones de euros de donaciones (unos 901 millones de dólares), de los cuales aproximadamente 150 millones se destinarán a la restauración de partes exteriores erosionadas antes del incendio.
A partir del otoño, se llevarán a cabo trabajos de remodelación en la explanada y los accesos a la catedral en colaboración con el Ayuntamiento de París, que tiene previsto reestructurar los alrededores de Notre Dame para 2028.
El rector de Notre Dame, monseñor Olivier Ribadeau-Dumas, estima que habrá "13 a 14 millones" de visitantes anuales en el futuro, en comparación con los 12 millones antes del incendio.