Roma, Italia.- Los italianos acuden a las urnas el domingo en lo que se describen como una elección crucial en momentos en que Europa hace frente a las repercusiones de la invasión rusa de Ucrania. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, una figura de extrema derecha podría acceder al gobierno.
Más de 50 millones de italianos han sido llamados a votar con un complejo sistema mixto electoral, entre mayoritario y proporcional, para elegir un menor número de parlamentarios: 400 diputados para la Cámara de Diputados y 200 senadores.
La controvertida ley electoral favorece a los partidos que forman alianzas, lo que amplía la ventaja del bloque derechista frente a sus rivales de centro e izquierda, que están sumamente divididos.
Una creciente inflación --derivada de la guerra en Ucrania, uno de los principales graneros del mundo-- azota a numerosas familias y negocios en Italia. En medio de este panorama aciago, Giorgia Meloni y su partido Hermanos de Italia --de raíz neofascista y que pone énfasis en Dios, la patria y los valores cristianos-- asoman como los favoritos para ganar las elecciones parlamentarias del fin de semana.
La consulta puede ser un banco de pruebas que indicaría hasta qué punto la extrema derecha ha ganado terreno en la Unión Europea, un bloque de 27 naciones. La semana pasada la primera ministra socialdemócrata de Suecia renunció al cargo ante los avances de la derecha en las elecciones, en las que ese sector explotó el temor de la gente a la delincuencia.
La favorita en todos los sondeos, Giorgia Meloni,de 45 años, concluyó con un encuentro-debate público en Nápoles, la capital de sur pobre y subdesarrollado. "Soy una patriota", lanzó Meloni ante cientos de simpatizantes reunidos en el paseo marítimo, reservándose los mayores ataques a la izquierda y al salario mínimo garantizado para pobres, una medida introducida por los antisistema del Movimiento 5 Estrellas, su mayor rival en esa región.
Por su parte, el anciano magnate Silvio Berlusconi, aliado de Meloni, causó revuelo al defender a Vladimir Putin, su amigo durante los años en que era primer ministro, al explicar que el presidente ruso fue "empujado" por su población y las fuerzas prorrusas del Donbas a invadir Ucrania.
Matteo Salvino, ahora un aliado de la ultraderecha
El otro aliado de Meloni, el líder de la Liga, Matteo Salvini, exigió en cambio "una disculpa pública o la renuncia" de Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, por sus declaraciones sobre "los instrumentos" que dispone para sancionar las posibles violaciones a los principios democráticos de la Unión Europea.