En su último discurso desde la Casa Blanca antes de la asunción de Donald Trump, el presidente Joe Biden reflexionó sobre sus cuatro años de mandato y abordó varios temas clave para el futuro de Estados Unidos. Comenzó destacando los valores fundamentales que definen al país, como la igualdad, la democracia y la libertad, resaltando la importancia de seguir siendo un faro de esperanza, como la Estatua de la Libertad.
En este contexto, enfatizó la relevancia de las instituciones democráticas, como el Congreso, los tribunales y una prensa independiente, mencionando que, aunque el sistema no es perfecto, ha logrado mantener la democracia durante 250 años.
Biden también subrayó la necesidad de respetar la Constitución y advirtió sobre el peligro de la concentración de poder y riqueza.
En particular, hizo un llamado a que ningún presidente debe ser inmune a las consecuencias de sus actos, haciendo una clara referencia a la importancia de garantizar la rendición de cuentas.
En este sentido, destacó que la democracia estadounidense se define por la posibilidad de participación y la igualdad de oportunidades, y defendió la idea de que todos los ciudadanos deben ser tratados con justicia e igualdad.A lo largo del discurso, Biden resaltó varios logros de su administración.
En el ámbito internacional, mencionó el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamas para un cese al fuego después de 15 meses de conflicto, y destacó el rol crucial de Estados Unidos y la OTAN en mantener la independencia de Ucrania frente a la invasión rusa.
También hizo mención a los resultados positivos en la relación económica con China, y reconoció el trabajo realizado por su equipo para asegurar una transición pacífica con el próximo gobierno.
A nivel nacional, Biden destacó los avances en la lucha contra la pandemia de COVID-19 y el fortalecimiento del sistema de salud, además de resaltar el impacto económico global que sufrió el país y sus esfuerzos para mitigar sus efectos.
Resaltó la modernización de la infraestructura, la creación de empleo, la mejora del acceso a servicios esenciales como el agua limpia e internet de alta velocidad, y el impulso a la innovación tecnológica en territorio estadounidense.