Un potente terremoto de magnitud 6.8 golpeó el domingo la costa sureste de Cuba, justo cuando el país se encontraba aún recuperándose de los estragos causados por el huracán ´Rafael´.
El terremoto fue precedido por otro sismo de magnitud 5,9 una hora antes.
El epicentro del primer temblor se localizó en el océano, cerca de la costa de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma, a unos 175 kilómetros de Santiago de Cuba, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Aunque el movimiento telúrico fue fuerte, las autoridades no emitieron alertas de tsunami.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, confirmó que los temblores causaron deslizamientos de tierra, daños en viviendas y en la infraestructura eléctrica.
A través de su cuenta de X, pidió a la población de la zona afectada que se mantuviera en lugares abiertos para evitar más tragedias.
En el pueblo de Caney de las Mercedes, en Bartolomé Masó, los habitantes vivieron momentos de gran temor. Una residente local, relató que el segundo temblor fue aún más intenso que el primero.
"Había pasado como media hora del primer temblor y entonces vino el segundo, que fue mucho más fuerte", comentó, destacando los daños en viviendas, con paredes agrietadas y techos colapsados.
Los sismos se sintieron no solo en Granma y Santiago de Cuba, sino también en las provincias orientales de Camagüey y Ciego de Ávila. Sin embargo, hasta el momento no se han reportado víctimas mortales.
En la ciudad de Bayamo, la capital de Granma, los residentes describieron escenas de pánico, con personas corriendo a las calles mientras los postes de electricidad y las calles temblaban.