CIUDAD DE MÉXICO, octubre 27 (EL UNIVERSAL).- El sospechoso del tiroteo masivo en Maine, aún prófugo, Robert Card, parece haber apuntado a una noche del juego de cornhole con personas de la comunidad sorda durante el tiroteo.
Cuatro de los ocho muertos en Schemengees Bar & Grille el miércoles por la noche habían asistido a una noche de cornhole para personas sordas en el lugar, indicó el medio The New York Post.
Card, quien mató a 18 personas en dos lugares, es un ávido jugador de cornhole, había sufrido recientemente una pérdida auditiva significativa y había empezado a usar audífonos para pérdida auditiva, le dijo su familia al Daily Beast después de la masacre.
Su cuñada Katie Card dijo que se había vuelto paranoico y pensó que podía oír las voces de la gente que hablaba de él, incluso en el bar y en el boliche que fueron atacados, dejando 18 muertos en total.
La familia de Card dice que recientemente había tenido problemas, que "realmente creía que estaba escuchando a la gente decir cosas" y que "todo esto sucedió en los últimos meses".
"Él se enojaba y decía que no le creíamos. Intentamos escucharlo y decirle que nadie hablaba de él", dijo Katie al Daily Beast.
Sus problemas de salud mental resultaron en una estadía de semanas en un centro durante el verano, dijo Katie.
Agregó que ha estado enviando mensajes de texto a su cuñado desde el tiroteo, con la esperanza de que él lea sus mensajes.
Su familia dice que creen que estaba buscando a su expareja, quien creía que podría haber estado en el boliche y había dejado una nota de suicidio para su hijo que incluía detalles de la cuenta bancaria.
De las víctimas de Schemengees, Steven Vozzella y Bryan MacFarlane, de 40 años, han sido confirmados como miembros de la comunidad sorda, mientras que Joshua Seal trabajó como intérprete de lengua de signos estadounidense para la Pine Tree Society, reportó el The New York Post.
Bill Bracket también participaba en el torneo y fue asesinado, aunque no está claro si también formaba parte de la comunidad.