El empresario Elon Musk y el gobierno británico han protagonizado una serie de intercambios públicos sobre el manejo de un escándalo de abuso infantil en Oldham, una ciudad del norte de Inglaterra.
Musk ha utilizado su plataforma X para criticar la negativa del gobierno británico a iniciar una investigación pública sobre el caso, una postura que ha generado la respuesta de figuras clave del gobierno, incluyendo al secretario de Salud, Wes Streeting.
El caso en cuestión involucra acusaciones de abuso infantil sistemático entre 2011 y 2014, en su mayoría afectando a niñas.
Un informe de 2022 sobre la protección de menores en Oldham reveló fallas en las agencias locales para intervenir a tiempo, aunque no se encontró evidencia de encubrimiento.
El gobierno británico ha defendido la postura de que el asunto debe ser investigado localmente, con Oldham encargándose de su propia investigación.
Sin embargo, Musk ha insistido en que el gobierno central debería tomar un papel más activo en abordar la crisis.
En su respuesta, Wes Streeting calificó las críticas de Musk como "equivocadas y mal informadas".
A pesar de la confrontación, Streeting expresó disposición para trabajar con Musk en la lucha contra la explotación sexual infantil, destacando el papel que podría jugar la red social del multimillonario en la sensibilización sobre el tema a nivel global.
"Si quiere trabajar con nosotros, lo recibiremos con gusto", afirmó el secretario de Salud.
El rechazo del gobierno británico a una investigación pública ha sido un tema de debate en el país europeo, con muchos pidiendo una respuesta más contundente.
Mientras tanto, Musk ha atacado al primer ministro británico, Keir Starmer, por no haber llevado a la justicia a las llamadas "bandas de violadores" cuando fue director de fiscalías públicas entre 2008 y 2013.
Musk ha apoyado recientemente a Stephen Yaxley-Lennon, mejor conocido como Tommy Robinson, un líder de la extrema derecha en el Reino Unido.