BRUSELAS, Bélgica, octubre 13 (EL UNIVERSAL).- La captura de rehenes, varios de ellos extranjeros, por parte de la milicia Hamas durante el operativo militar realizado en Israel, añade al conflicto en curso una dimensión internacional.
El muro humano de ciudadanos extranjeros secuestrados por Hamas supone un obstáculo adicional para la campaña aérea de Israel y la incursión terrestre.
Desde el arranque, el grupo islamista sentenció que ejecutará "públicamente" a rehenes civiles si Israel ataca casas de inocentes en Gaza sin previo aviso. El papa Francisco y líderes mundiales han pedido "que los rehenes sean liberados inmediatamente".
El gobierno del premier Benjamin Netanyahu parece estar determinado a arrasar con la organización islamista, cueste lo que cueste. Se desconoce la cifra precisa de rehenes, pero son probablemente más de 150. No sólo son de Israel: hay dos de México, una de Tailandia, tres de Brasil, un estudiante de Nepal y una de China, identificada como Noa Argamani.
El gobierno británico teme que 17 de sus ciudadanos hayan muerto o estén desaparecidos; se confirmó el deceso de Jake Marlowe, quien estaba en la lista de rehenes.
Francia ha confirmado la muerte de 11 ciudadanos franceses y desconocía hasta el martes el paradero de al menos 18. La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, dijo ante el Senado que probablemente varios niños franceses han sido secuestrados por Hamas.
Estados Unidos ha confirmado la muerte de al menos 27 ciudadanos estadounidenses y por lo menos otros 17 están desaparecidos.
Alemania ha abierto una investigación contra miembros de Hamás por crímenes (toma de rehenes y asesinato) contra alemanes. De acuerdo con el Cuarto Convenio de Ginebra de 1949, la toma de rehenes durante los conflictos armados es una violación del derecho internacional y constituye un crimen internacional.
Si bien no hay ningún antecedente comparable con los actos de barbarie cometidos por Hamas y el contexto actual es altamente volátil, a lo largo de la historia la mediación de un tercero ha sido el mecanismo más empleado para gestionar conflictos tanto a nivel nacional como internacional. Entre los episodios exitosos de la liberación de rehenes figura el proceso que condujo a resolver el conflicto entre EU e Irán. En 1979, la embajada estadounidense fue tomada como rehén por fundamentalistas iraníes. El bienestar del personal diplomático estaba en juego a menos que se cumplieran las exigencias de los captores.
Luego de 444 días los rehenes fueron liberados después de que el gobierno de Argelia ayudara a negociar un acuerdo entre ambos. Durante la crisis de rehenes, EU adoptó una serie de medidas para ejercer presión económica y política sobre Irán, como la congelación de activos y restricciones a transacciones internacionales.
"El papel de intermediario de Argelia que condujo a la liberación de los rehenes estadounidenses en Irán ofrece un caso interesante de análisis de parcialidad del mediador", explicó Scott Gartner en un artículo divulgado en 2014 en la Arbitration Law Review, una publicación de la Pennsylvania State University. "Se sabía que Argelia tenía estrechos vínculos con Irán, a pesar de ello, fue aceptado por EU. Este caso es citado con frecuencia para apoyar la opinión de que el sesgo del mediador puede ser tan importante como cualquier otro atributo del tercer actor a la hora del éxito de los esfuerzos de mediación".
El Estado de Israel también se ha confrontado con estos dilemas, aunque nada equiparable al actual. El soldado israelí Gilad Shalit estuvo cautivo en Gaza durante cinco años. Fue liberado en 2011 en un canje de más de mil palestinos presos. La alternativa a una salida negociada es la localización y rescate de los secuestrados, una misión delicada en una zona altamente poblada y con una extensión de 40 kilómetros de largo y 12 kilómetros de ancho. Un elemento favorable de los servicios israelíes es el alto número de cautivos, esto eleva la posibilidad de que se filtre información sobre su ubicación.
"Desgraciadamente, las operaciones de rescate de rehenes presentan algunos de los escenarios tácticos más desafiantes para las fuerzas armadas, especialmente en un entorno como el de Gaza", sostiene un análisis elaborado por John Tramazzo, Kevin Coble y Michael Schmitt y publicado por el Instituto Lieber sobre Derecho y la Guerra. "Hamas ha violado las normas de guerra. Los implicados están sujetos a enjuiciamiento en todo el mundo como criminales de guerra en virtud del derecho penal internacional", detalla.
El canciller alemán, Olaf Scholz, parece haber tomado el liderazgo internacional para la liberación con vida de los rehenes.
De inicio pidió a Qatar, que tiene canales de comunicación con los más altos mandos de Hamas, mediar en la liberación.
Añade al conflicto en curso una dimensión internacional.
Rehenes, la dimensión global de la guerra
Añade al conflicto en curso una dimensión internacional.