Registra Corea del Sur lluvias torrenciales

Corea del Sur registró lluvias torrenciales históricas esta semana en tres zonas de una provincia, superando los niveles habituales para julio.

Durante cuatro días consecutivos, la región meridional de Corea del Sur ha estado bajo un incesante asedio climático. Las lluvias torrenciales comenzaron como una típica advertencia meteorológica de verano, pero pronto se transformaron en una catástrofe. Ríos desbordados, colinas colapsadas y calles convertidas en torrentes marcaron el escenario.

El saldo es ya alarmante: al menos nueve personas han muerto, entre ellas una mujer de 60 años que fue hallada sin vida en su domicilio, parcialmente enterrado bajo una avalancha de tierra. Más de 700 personas han sido evacuadas, y muchas más permanecen incomunicadas o atrapadas por el agua.

Entre las zonas más castigadas se encuentra la región de Gyeongsang del Sur, donde algunas localidades han acumulado más de 700 milímetros de lluvia. En este lugar, conocido por su geografía montañosa y ríos caudalosos, las precipitaciones han provocado derrumbes, cortes eléctricos, desbordamientos y destrucción de viviendas.

La comunidad de Sancheong, al pie de una cadena montañosa, fue una de las primeras afectadas. Desde ahí, las lluvias se han extendido hacia otras provincias, afectando infraestructuras, carreteras y sistemas de transporte.

Las evacuaciones continúan: más de 2,800 personas sin hogar

Las autoridades surcoreanas han emitido órdenes de evacuación para más de 7,000 personas de casi 5,000 hogares, muchas de las cuales han sido trasladadas a refugios temporales instalados en gimnasios, escuelas y centros comunitarios.

Sin embargo, alrededor de 2,800 personas no pueden regresar a sus casas, ya sea porque sus viviendas fueron destruidas o porque el acceso a las mismas ha quedado bloqueado por el lodo o el agua estancada. Los rescatistas trabajan sin descanso, enfrentando condiciones extremadamente difíciles para recuperar cuerpos, asistir a familias atrapadas y contener nuevos derrumbes.

El pronóstico meteorológico no da respiro. Las autoridades advirtieron que nuevas precipitaciones intensas podrían caer sobre la misma zona durante las próximas horas, lo que aumenta el peligro de deslaves, hundimientos de terreno y más desbordamientos.

Equipos de emergencia han reforzado la vigilancia en presas, taludes, y cauces de ríos, pero el volumen de agua acumulada y el terreno saturado hacen que cualquier nueva tormenta pueda desencadenar un desastre aún mayor.