El ejército israelí confirmó que uno de sus aviones causó la muerte de siete trabajadores humanitarios de la organización World Central Kitchen (WCK), lo que llevó al grupo de ayuda a suspender la distribución de alimentos vitales en Gaza.
Según un comunicado de WCK, los miembros del equipo, que incluían a palestinos y a un ciudadano de doble nacionalidad estadounidense y canadiense, viajaban en dos vehículos blindados que llevaban el logo de la organización, junto con otro vehículo más.
El primer ministro israelí, Netanyahu, lamentó el trágico incidente, calificándolo como un "accidente involuntario" durante las operaciones militares en Gaza.
Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, instó a una investigación rápida e imparcial sobre el bombardeo, tras haber mantenido conversaciones directas con las autoridades israelíes.
La organización WCK, fundada por el chef hispano-estadounidense José Andrés, anunció la suspensión de sus actividades en Gaza tras el ataque. Las víctimas procedían de Australia, Polonia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Palestina, según detalló la organización.
Este trágico suceso provocó una ola de indignación internacional, con países como Australia, España, Reino Unido, Polonia y Alemania exigiendo explicaciones por lo ocurrido.
La situación humanitaria en Gaza, ya precaria debido a la ofensiva militar y el bloqueo israelí, se ha visto agravada, con aproximadamente 2 millones de habitantes en riesgo de hambruna, según advierte la ONU.