Varios estados con gobiernos republicanos han declarado que no permitirán la entrada de observadores del Departamento de Justicia en los lugares de votación durante las elecciones.
Esta decisión representa una oposición a una práctica de décadas del gobierno federal, que ha desplegado observadores para garantizar el cumplimiento de las leyes federales de votación.
Funcionarios en Florida y Texas han sido claros en su postura, afirmando que los observadores federales no tendrán acceso a los sitios de votación este martes.
El clima se intensificó cuando Missouri presentó una demanda federal buscando una orden judicial que impida la supervisión federal en los centros de votación.
El Departamento de Justicia, que ha desplegado observadores en 86 jurisdicciones en 27 estados para el día de las elecciones, no ofreció comentarios sobre la demanda de Missouri ni sobre las acciones de otros estados.
Por lo que este programa de monitoreo electoral ha sido una práctica común bajo diversas administraciones, con el objetivo de proteger los derechos de voto de los ciudadanos estadounidenses.