El domingo, las autoridades electorales de Venezuela realizaron un simulacro en el que probaron el sistema de votación, permitiendo a los electores familiarizarse con la boleta electrónica.
En esta boleta, el presidente Nicolás Maduro, que busca ser reelecto para un tercer mandato de seis años, ocupa un lugar privilegiado, tal como establece la ley electoral.
El vicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Carlos Quintero, declaró que todos los objetivos del simulacro se cumplieron satisfactoriamente.
La jornada se desarrolló sin contratiempos, con una participación activa de los ciudadanos y un funcionamiento óptimo de las mesas de votación.
Sin embargo, la elección se perfila como el mayor desafío que ha enfrentado el oficialismo en sus 25 años en el poder, 11 de ellos bajo el mandato de Maduro.
El partido gobernante busca mantener el control de todas las ramas del poder durante seis años más, pero su base está dividida, disminuida y decepcionada, según analistas.
Además, muchos venezolanos hastiados con la crisis social y económica, caracterizada por la pobreza, el hambre, la enfermedad y la delincuencia, que en la última década ha empujado a más de 7 millones de personas a migrar en busca de mejores condiciones de vida.
El CNE publicó en mayo la boleta electoral con las fotos, nombres y signos de los partidos que apoyan a los diez candidatos presidenciales.
Durante el simulacro, las 3.006 mesas dispuestas estuvieron operativas en su totalidad, según informó Quintero.
En total, más de 21,3 millones están habilitados para votar en los comicios del 28 de julio. El ganador gobernará durante el sexenio 2025-2031.
Las mesas del simulacro representan el 10% del total de 30.026 mesas dispuestas en los 15.797 centros de votación para los próximos comicios.
La coalición opositora, en un comunicado emitido la víspera, indicó que no movilizaría a los votantes para el ensayo del domingo, pero que sus equipos técnicos locales evaluarían algunos aspectos del proceso electoral.
Algunos temen tener dificultad en ubicar en la boleta al candidato de su preferencia, distinto a Maduro, en particular al diplomático Edmundo González Urrutia, candidato de la Plataforma Unitaria Democrática, la principal coalición opositora de Venezuela.
La imagen del mandatario se repite 13 veces, mientras que las de la oposición presentan similitudes en colores y símbolos.
El Tribunal Supremo de Justicia, considerado por los críticos como controlado por el oficialismo, suspendió la cúpula de los cuatro mayores partidos opositores del país: Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular y el socialcristiano Copei, además de otras pequeñas organizaciones opositoras que se han dividido.
Estas organizaciones participarán en los comicios del 28 de julio, pero sus actuales directivos rompieron vínculos con sus antiguos líderes.