En un esfuerzo conjunto por establecer las bases de un eventual acuerdo de paz que ponga fin a la guerra rusa de dos años, cerca de 80 países reafirmaron la necesidad de respetar la "integridad territorial" de Ucrania.
Este consenso se alcanzó durante una conferencia en Burgenstock, Suiza, el pasado domingo, donde se reunieron delegaciones de diversas naciones para discutir el futuro de la región.
A pesar de la significativa asistencia, varios países en vías de desarrollo optaron por no sumarse a la declaración final.
El comunicado, firmado por 78 países, marcó la conclusión de dos días de sesiones intensivas.
Rusia, el país en el centro del conflicto, no fue invitado a este evento, aunque algunos participantes expresaron su esperanza de que Moscú se una a futuras gestiones de paz.
El evento reunió a aproximadamente 100 delegaciones, principalmente de países occidentales, aunque también contó con la participación de naciones clave en desarrollo.
Los expertos observaban con atención qué países respaldarían el comunicado final, especialmente en temas críticos como la seguridad nuclear, la seguridad alimentaria y el intercambio de prisioneros.
Entre los países que no firmaron la declaración se encontraban India, Arabia Saudí, Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos, representados por sus ministros de Relaciones Exteriores o enviados de menor nivel.
Brasil, que asistió en calidad de observador, tampoco firmó el documento, mientras que Turquía, que ha tratado de mediar entre Rusia y Ucrania, sí lo hizo.
El documento final enfatizó que la Carta de Naciones Unidas y el respeto por la integridad territorial y la soberanía deben ser la base para lograr una paz integral, justa y duradera en Ucrania.
Este mensaje fue subrayado por la presidenta suiza Viola Amherd, quien destacó que la "gran mayoría" de los participantes aceptaron el documento final, demostrando el poder de la diplomacia.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky elogió la reunión como un "primer paso hacia la paz", señalando que el comunicado conjunto sigue abierto a la adhesión de todos los países que respeten la Carta de Naciones Unidas.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión ejecutiva de la Unión Europea, resaltó que la conferencia, titulada acertadamente "Camino a la Paz", refleja que la paz no se logrará en un solo paso.
Von der Leyen criticó la postura del presidente ruso Vladimir Putin, quien insiste en condiciones inaceptables como la capitulación de Ucrania y la cesión de territorios, incluidas áreas no ocupadas actualmente por Rusia.
A pesar de las esperanzas depositadas en la conferencia, los analistas sostienen que el impacto concreto para poner fin a la guerra será limitado mientras Rusia no participe en las negociaciones.
La ausencia de China, un aliado clave de Rusia, y de Brasil, que busca trazar rutas alternativas hacia la paz, sugiere que se necesitarán más esfuerzos diplomáticos para lograr un consenso global que ponga fin al conflicto.