Tel Aviv, Israel.- Los servicios de telefonía e internet se interrumpieron el jueves a lo largo de la Franja de Gaza debido a la falta de combustible, informó el principal proveedor palestino, lo que podría volverse un prolongado apagón en las comunicaciones en un momento en que Israel indicó que la siguiente etapa de su ofensiva contra Hamás podría enfocarse en el sur, adonde se ha refugiado la mayoría de la población.
La interrupción en las comunicaciones prácticamente deja aislados a los 2.3 millones de habitantes de Gaza entre ellos mismos y con el mundo exterior, agravando la dura crisis humanitaria en el sur del territorio, incluso mientras continúan los bombardeos israelíes sobre la zona.
La guerra, que ya se encuentra en su sexta semana, estalló después de la sorpresiva incursión de Hamás en el sur de Israel, donde sus combatientes mataron a más de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron unos 240 rehenes, incluidas mujeres y niños.
MÁS TÚNELES
El Ejército de Israel dijo este jueves que encontró una red de túneles de Hamás bajo el recinto del hospital Al Shifa de Gaza, donde lleva dos días con una incursión para localizar lo que considera como centro militar de la organización terrorista.
"Hoy, la infraestructura de túneles de Hamás quedó expuesta dentro del hospital", dijo un portavoz militar en un comunicado, cuando las tropas siguen buscando lo que identifican como la red subterránea del grupo. A su vez, aseguró que encontraron en el recinto que "un coche con trampa que fue preparado para la masacre del 7 de octubre", el cual "contenía una gran cantidad de armas y municiones" que fueron mostradas en un vídeo.
Según imágenes y vídeos difundidos por el Ejército, las tropas perforaron en un punto del patio del complejo médico donde hallaron un pasaje subterráneo, en el que se ven unas escaleras para bajar. En el sitio localizaron el cadáver de una de las rehenes que estaba en poder de Hamás, aseguraron los militares.
ACUSAN GENOCIDIO
Las graves acciones cometidas por Israel contra los palestinos "apuntan hacia un genocidio" y un intento evidente de "destruir a un pueblo bajo ocupación", señaló un comunicado firmado por más de 30 relatores y otros expertos en derechos humanos de Naciones Unidas.
También hay evidencias de "incitación creciente al genocidio" en forma de llamamientos a una "segunda Nakba", señala el comunicado en alusión a una posible expulsión masiva de palestinos similar a la que tuvo lugar en 1948, coincidiendo entonces con la creación del Estado de Israel.