Rafah, Gaza.- Nacida de la mente del famoso chef español, José Andrés, tras el terremoto que azotó Haití en 2010, World Central Kitchen (WCK) lleva casi 14 años repartiendo alimentos a los más vulnerables durante crisis humanitarias originadas por catástrofes naturales, o más recientemente, por conflictos bélicos, como en la Franja de Gaza y Ucrania.
Antes de que el ejército israelí lanzará uno de sus cientos de bombas que envía diariamente a la Franja de Gaza, que terminaría en el asesinato de siete de sus trabajadores, World Central Kitchen ya acaparaba páginas dentro de la historia de la labor humanitaria.
Sus actividades iniciaron en territorio haitiano, cuando el terremoto del 2010 provocó una crisis alimenticia sin precedentes en la isla caribeña. Ahí fue cuando el chef José Andrés, también con nacionalidad estadounidense, soñó con poder ayudar a los más vulnerables con lo que mejor sabe hacer: alimentándolos.
"World Central Kitchen surgió a raíz de una idea simple que tuvimos en casa con mi esposa Patricia: cuando la gente tiene hambre hay que enviar cocineros. No mañana, hoy", se puede leer en la cita del célebre cocinero dentro del inicio de la página web oficial de la institución, donde se remarca que su misión es estar presente en cualquier lugar donde "haya una lucha para que la gente con hambre se alimente".
WCK ha ejercido operaciones en más de 30 países, principalmente ocupándose de mitigar la inseguridad alimentaria en zonas afectadas por catástrofes naturales. La organización estuvo presente en los incendios de California, repartiendo más de 30.000 comidas a los equipos de rescate; durante los sismos en Siria y Turquía del 2023; en Puerto Rico después de 'María' y en México, tras el paso del huracán 'Otis', donde se repartieron más de 60.000 comidas a los damnificados.
El proyecto humanitario de José Andrés también estuvo presente durante la pandemia por Covid-19, asociándose con múltiples cadenas restauranteras dentro de Estados Unidos para enfrentar el peligro del hambre en el confinamiento. A nivel internacional, WCK implemento misiones de voluntariado, comandadas por cocineros expertos, para repartir comidas en países como España y la India, logrando distribuir hasta 400.000 platillos dentro del país asiático.
CONFLICTOS BÉLICOS
Con la explosión de la guerra en Ucrania hace dos años, WCK expandió sus actividades a las zonas con conflictos armados activos. Fortalecida por las millonarias donaciones de la sociedad civil (sobresaliendo la realizada por Jeff Bezos, CEO de Amazon, en 2021 por unos 100 millones de dólares), la organización con sede en Washington se encaminó a la tarea de repartir alimento a todos aquellos desplazados por las hostilidades dentro de territorio ucraniano.
Las actividades de la ONG evolucionaron, de repartir alimentos en un cruce fronterizo cerca de Polonia, a impulsar el envío de unas 24 toneladas de comida a la provincia de Odesa, una de las más afectadas por los embates del ejército ruso, dentro de un barco de Open Arms, organización humanitaria española. WCK ya ha servido alrededor de 260 millones de comidas dentro de Kiev.
Con esta experiencia en sus registros, WCK se propuso una meta mucho más ambiciosa: mitigar el hambre en la Franja de Gaza.
Hace seis meses, la organización humanitaria emprendió una misión alimenticia dentro del enclave palestino, logrando repartir más de 40 millones de alimentos a los 2.2 millones de palestinos desplazados dentro de su único resquicio de nación. En marzo, WCK logró transportar 200 toneladas de alimentos desde las costas de Chipre hacia Gaza, que fueron distribuidas por su compleja red de 60 cocinas móviles dentro de la Franja.
Otro cargamento salió el pasado 30 de marzo, esta vez con una carga de 400 toneladas de alimento, en rumbo a una zona donde la hambruna es una pesadilla que se materializa día con día, y que ya se ha cobrado la vida de más de 30 personas dentro del enclave, según el ministerio de Salud palestino.
Fue al momento de trasladar parte de este último cargamento cuando Saifeddin Issam Ayad Abutaha, palestino; Lalzawmi Frankcom, australiana; Damian Soból, polaco; Jacob Flickinger, con nacionalidad estadounidense y canadiense; John Chapman, James Henderson y Kames Kirby, todos británicos, fueron alcanzados por un misil israelí en la localidad de Deir al Balah, al centro de Gaza.