Estas siglas, DANA, abrevian el nombre de Depresión Aislada en Nivel Altos, que, según la Agencia Estatal de Meteorología española (Aemet), es una "depresión cerrada en altura que se ha aislado y separado completamente de la circulación asociada al chorro, y que se mueve independientemente de tal flujo, llegando a veces, a ser estacionaria o incluso retrógrada", tal y como citan medios locales.
En meteorología, una depresión hace referencia a "una zona donde la presión atmosférica es más baja que la del aire la rodea", según información de la Universidad Complutense de Madrid obtenida por CNN Español.
En ese sentido, durante una DANA ocurre una depresión aislada en niveles altos, lo que quiere decir que se desprende un cinturón de vientos establecido en la troposfera y la baja estratosfera.
Dichos cinturones pueden ser el chorro polar o el chorro subtropical, donde el aire es frío, explica la Amet.
La agencia indica también que esas corrientes de aire en chorro suelen dar vueltas a la tierra, aunque su movimiento no es en línea recta, sino que tiene ondulaciones, que en ocasiones son tan pronunciadas que una porción de masa de aire se estrangula y se corta, separándose del flujo original.
De esta manera, esa masa de aire frío que se cortó y se aisló de la corriente original forma la DANA, que transita en niveles más bajos y que es la responsable de los fuertes vientos y precipitaciones.
De manera más simple, una DANA es un fenómeno meteorológico producto del choque de una masa de aire frío en altura con aire caliente de la superficie, que ocasiona tormentas torrenciales.
"En la península Ibérica y Baleares, las DANAs más significativas e intensas suelen provenir de ondulaciones y aislamientos de aire en niveles altos asociados al chorro polar", indica la Aemet.
Con todo y eso, el servicio meteorológico especifica que una DANA no es lo mismo que un desastre natural, ya que que ese fenómeno se trata de un evento ocasional durante el verano y otoño en los territorios próximos al Mediterráneo.
El término DANA se empezó a utilizar a principios de la década del 2000, pero anteriormente estas fuertes lluvias otoñales eran llamadas popularmente como "gota fría" en España y algunas partes de Francia.