Por tercera noche consecutiva, miles de manifestantes recorrieron las calles de la ciudad de Nanterre para protestar por la brutalidad policial que provocó la muerte de un joven de 17 años identificado como Nahel M, quien tuviera ascendencia africana.
Luego de las protestas por la reforma de pensiones, alrededor de 6 mil personas tomaron las calles de la pequeña ciudad para hacer frente a la policía, luego de que la noche de este jueves, el oficial responsable por la muerte del chico, fue aprehendido y acusado de homicidio.
De acuerdo con las autoridades del caso, no hubo "condiciones" para que el oficial utilizara su arma en contra del joven de 17.
Los manifestantes, liderados por la madre de Nahel, cargaron con letreros y gritaron consignas mientras marchaban y, pese a que en principio se mantuvieron en paz, no tardaron en causar destrozos por las calles; algunas de las pancartas decían: "Justicia por Nahel", "Sin justicia no hay paz".
Con todo y los intentos del gobierno local por preservar la calma en las calles, la ciudad se vio repleta de autos incendiados, además, hubo reportes de peleas en ciudades como Lille, Toulouse y Marsella.
A manera de responder a las protestas, el ministro de interiores, Gérald Darmanin, declaró que cerca de 40 mil policías fueron desplegados alrededor de Francia durante este jueves, más de cinco veces la cantidad implementada la noche de este miércoles.
Por su parte, Macron declaró que las horas recientes estuvieron marcadas por el conflicto, el cual, llegó hasta escuelas y ayuntamientos, hecho que el mandatario galo reprobó enérgicamente.
Según información de Darmanin, para la noche del miércoles, alrededor de 180 personas habían sido arrestadas.
El caso rememora a uno similar ocurrido en el 2005, cuando las protestas se alzaron en todo el país luego de que la policía asesinara a dos chicos oriundos de África durante una persecución.