Miles de kurdos de Francia y otras partes de Europa marcharon en París ayer para mostrar su enojo por el asesinato no resuelto de tres activistas kurdas ocurrido en la capital francesa hace 10 años.
Los manifestantes también protestaron por la muerte de tres personas frente a un centro cultural kurdo en París hace dos semanas, incidente que los fiscales calificaron de ataque racista.
Activistas kurdos de Alemania, los Países Bajos, Suiza y Bélgica llegaron en autobuses, escoltados por elementos de la Policía, y se sumaron a kurdos de Francia en una marcha pacífica por el noreste de París. La protesta se orquestó para conmemorar el décimo aniversario de los asesinatos de Sakine Cansiz, Fidan Dogan y Leyla Saylemez, ocurridos el 9 de enero de 2013.
Cansiz fue una de los fundadores del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea consideran un grupo terrorista.
Activistas kurdos sospechan que el servicio de inteligencia turco estuvo involucrado en el asesinato. El presunto atacante, un ciudadano turco, murió cuando se hallaba detenido en manos de las autoridades francesas antes que el caso llegara a juicio. El gobierno turco sugirió en ese momento que los asesinatos fueron parte de una disputa interna entre activistas kurdos o un intento de mermar las conversaciones de paz.
Los manifestantes portaron pancartas con los retratos de las víctimas, así como banderas del PKK, que está vetado en Turquía.
Berfin Celebm, una joven de 26 años que llegó de Ámsterdam para la marcha, acusó a Turquía de participar en los ataques de 2013 y 2022. “Quiero apoyar mi lucha y a las mujeres kurdas”, manifestó a la agencia AP.
Si bien la mayoría de los manifestantes eran kurdos, la multitud también incluía activistas franceses de izquierda y algunos turcos étnicos.