El jefe de los mercenarios Yevgeny Prigozhin prometió lealtad al gobierno ruso esto sucedió en una reunión en el Kremlin con el presidente Vladimir Putin, la cual tuvo lugar cinco días después de que el comandante liderara una efímera rebelión, según declaró el lunes un alto portavoz del gobierno.
La reunión, de tres horas de duración, tuvo lugar el 29 de junio y en ella participaron también mandos del contratista militar Wagner Group de Prigozhin, según informó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. Putin hizo una valoración de la actuación de Wagner en el campo de batalla en Ucrania -donde los mercenarios han combatido junto a las tropas rusas- y de la propia revuelta.
"Los propios comandantes presentaron su versión de lo ocurrido. Subrayaron que son partidarios incondicionales y soldados del jefe del Estado y del comandante en jefe, y también dijeron que están dispuestos a seguir luchando por su patria", dijo Peskov.
La confirmación de que Putin se reunió cara a cara con Prigozhin, que lideró a las tropas en una marcha hacia Moscú el mes pasado para exigir un cambio en la cúpula militar, fue extraordinaria. Aunque el líder ruso tachó a Prigozhin de traidor mientras se desarrollaba la revuelta y prometió un duro castigo, la causa penal contra el jefe mercenario por rebelión fue posteriormente archivada.
Prigozhin no ha hecho comentarios sobre la reunión del Kremlin, y su destino final sigue sin estar claro, sobre todo porque el anuncio del lunes demuestra que se negocia mucho a puerta cerrada. Aún podría ser procesado por delitos financieros u otros cargos.
El anuncio del lunes se produjo mientras el Ministerio de Defensa ruso publicaba un vídeo en el que aparecía el jefe militar, el general Valery Gerasimov, que fue uno de los objetivos de la rebelión de Prigozhin. Era la primera vez que se veía a Gerasimov desde la revuelta.
A lo largo de la guerra, Prigozhin ha criticado las decisiones tomadas por los altos mandos militares rusos, lo que ha provocado tensiones con el Kremlin que culminaron en la rebelión del 24 de junio.
La rebelión debilitó gravemente la autoridad de Putin, aunque Prigozhin afirmó que el levantamiento no iba dirigido contra el presidente, sino contra el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y Gerasimov. Prigozhin desconvocó su motín después de que se llegara a un acuerdo para que se marchara a Bielorrusia.