Tel Aviv, Israel.- Tras las masivas protestas que forzaron el anuncio del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, de frenar su polémica reforma judicial, el presidente israelí Isaac Herzog llamó a todas las partes implicadas a negociar de forma "inmediata".
El presidente Herzog pidió a Netanyahu y a los líderes opositores, al ex primer ministro Yair Lapid, líder de Yesh Atid y al exministro de Defensa Benjamin Gantz, líder del Partido Unidad Nacional, que "nombren equipos de trabajo" para comenzar el diálogo.
También dijo querer incluir en este proceso a miembros de los distintos partidos políticos con representación parlamentaria, a miembros de la sociedad civil y a "otras partes interesadas" para que "presenten sus distintas posiciones e ideas".
Los detractores del polémico plan de reforma, que daría mayores poderes del Gobierno sobre la Justicia, consideran que este acabaría con la independencia del poder judicial y la separación de poderes en Israel.
Desde que se comenzó a impulsar, se ha agravado la ya acentuada polarización de la población israelí y ha derivado en las protestas más masivas de las últimas décadas en Israel.
Este lunes, tras horas de reuniones con sus socios de gobierno, el primer ministro anunció la suspensión de la votación en segunda y tercera lectura en el Parlamento de la ley de elección de jueces, uno de los aspectos más controvertidos de la reforma prevista para aprobarse esta misma semana, antes del receso parlamentario por la festividad judía de Pésaj en abril.
Dos sondeos publicados en las últimas horas por las cadenas de televisión Kan y Channel 12 revelan que la coalición perdería su mayoría en la Knesset en caso de que las elecciones se celebraran en este momento.
Así, el Likud de Netanyahu pasaría de 32 a 25 escaños, mientras que Yesh Atid se quedaría con 22, dos menos que ahora. Sin embargo, el Partido de Unidad Nacional de Gantz aumentaría sus apoyos hasta los 21 ó 23 escaños, muy por encima de los doce que tiene actualmente.