El Papa Francisco presidió el sábado la Vigilia de Pascua después de que por motivos de salud no asistió a la procesión del Viernes Santo.
Francisco entró a la Basílica de San Pedro donde pronunció una oración inicial y con voz algo congestionada bendijo un cirio pascual para así iluminar el templo.
Este oficio conmemora la resurrección de Jesús e incluye el sacramento del bautismo.
Fue el viernes cuando el Vaticano informó a través de un comunicado que el Pontífice no estaría presente en el evento del Viernes Santo, en Jueves Santo visitó una cárcel de mujeres en Roma.
Cabe recordar que Francisco ha presentado problemas respiratorios en los últimos meses, lo que lo ha obligado en algunos casos a cancelar diferentes visitas.