Londres, Inglaterra.- El Tribunal Superior británico otorgó el miércoles a Estados Unidos permiso para ampliar los fundamentos de su pedido de extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a quien desea juzgar por espionaje. Una corte inferior había bloqueado la extradición.
La jueza Vanessa Baraitser del tribunal de distrito sentenció en enero que Assange podría suicidarse si se lo somete a las duras condiciones de encarcelamiento en Estados Unidos, y el gobierno apeló el fallo.
Clair Dobbin, la abogada que representó a Estados Unidos durante la audiencia del miércoles en el Tribunal Superior, dijo que Assange, quien “orquestó uno de los mayores robos de datos de la historia”, no cumple con las condiciones de estar “tan enfermo” que no resistiría la tentación de causarse daño.
Dijo que la decisión de no juzgar o extraditar a un individuo requeriría “una enfermedad mental de un tipo tal que se ha perdido la capacidad de resistir el suicidio”. El estado de Assange no es de esa naturaleza y nunca ha intentado poner fin a su vida, argumentó.
Dobbin trató de desacreditar la evidencia presentada por el experto en psiquiatría de Assange, un testigo clave, al sostener que engañó a Baraitser al ocultar el hecho de que el australiano de 50 años tuvo dos hijos durante los años que permaneció refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres.
Dos jueces acordaron otorgar a Estados Unidos permiso para ampliar los fundamentos de su apelación a la sentencia de Baraitser. Una audiencia en pleno está prevista para el 27 de octubre.
Assange, con una mascarilla negra sobre la cara, asistió por videoenlace desde la prisión de alta seguridad de Belmarsh en Londres.
Fuera de la corte, su pareja, Stella Moris, dijo que es un “hombre inocente acusado de practicar el periodismo”.
Un grupo de manifestantes, entre ellos el exdirigente laborista Jeremy Corbyn, alzaron carteles con las leyendas “El periodismo no es un crimen” y corearon “libertad a Julian Assange” al son de un tambor.