Cientos de indígenas marcharon para conmemorar el Día Nacional de la Dignificación de las Víctimas del Conflicto Armado Interno (1960-1996).
Exigen al Gobierno de Bernardo Arévalo de León retomar políticas reparatorias y la búsqueda de miles de desaparecidos.
La marcha reunió a personas indígenas de todo el país, portando retratos y cruces con nombres de familiares desaparecidos. Mario Jalal Chiquín, proveniente de Cobán, llevaba el retrato de su padre desaparecido en 1983 junto con otros familiares, demandando respuestas.
Organizaciones señalan que el Gobierno anterior desmanteló instituciones encargadas de reparar a las víctimas y cumplir con los acuerdos de paz.
Además, expresan preocupación por la liberación de militares de alto rango acusados de crímenes durante las dictaduras.
En el Palacio Nacional de la Cultura, sobrevivientes fueron recibidos para el cambio simbólico de la Rosa de la Paz.
El acto, presidido por la vicepresidenta Karin Herrera, contó con la participación de líderes indígenas como Elva Sep, hija de un desaparecido en 1983. El conflicto armado en Guatemala dejó más de 250,000 víctimas entre muertos y desaparecidos.
La Comisión de Esclarecimiento Histórico registró 626 masacres, mayormente perpetradas por el Ejército y sus aliados civiles.