Washington, EU.- Mientras los republicanos del Senado bloqueaban el miércoles el avance de decenas de miles de millones de dólares en asistencia militar y económica para Ucrania, el presidente Joe Biden reprendió sus tácticas calificándolas de "deslumbrantes" y peligrosas. Sin embargo, también señaló una apertura a lo que en última instancia quieren los legisladores republicanos: cambios en la política fronteriza.
Desde la Casa Blanca, Biden advirtió sobre las terribles consecuencias para Kiev si el Congreso no aprueba un paquete de 110.000 millones de dólares de financiación en tiempos de guerra para Ucrania e Israel, así como otras prioridades de seguridad nacional.
"Los republicanos en el Congreso están dispuestos a darle a Putin el mejor regalo que jamás pudo haber deseado", manifestó Biden, afirmando que la credibilidad de Estados Unidos está en juego ante sus aliados y adversarios. "Cualquier entorpecimiento en nuestra capacidad de surtir a Ucrania claramente fortalecerá la posición de Putin".
"Si nosotros no apoyamos a Ucrania, ¿qué hará el resto del mundo?", expresó el mandatario
Horas más tarde, los republicanos del Senado votaron desafiantemente para detener el avance del paquete, algo que habían amenazado con hacer durante toda la semana.
"Están dispuestos a literalmente poner de rodillas a Ucrania en el campo de batalla y dañar nuestra seguridad nacional en el proceso", dijo Biden.
No obstante, Biden enfatizó que está dispuesto a "hacer concesiones significativas en la frontera", si eso es lo que hace falta para que el paquete sea aprobado por el Congreso.
Esa declaración ha generado al menos alguna esperanza de que se puedan lograr avances en los próximos días mientras el Senado avanza en las negociaciones sobre seguridad fronteriza , uno de los temas más tensos de la política estadounidense .
"Necesitamos arreglar el sistema fronterizo roto. Está roto", dijo Biden, y agregó que él también está "listo para cambiar la política". No nombró propuestas políticas específicas y acusó a los republicanos de querer una cuestión política más que un compromiso bipartidista.