El Papa Francisco está "muy fuerte" y "preparado" para asumir todos los compromisos del Jubileo 2025, en el que se espera la llegada de aproximadamente 32 millones de personas a Roma, según informó este lunes Rino Fisichella, responsable vaticano para el Año Santo.
"El Papa Francisco es muy fuerte afortunadamente y ya ha firmado todos los compromisos del calendario que le presenté hace meses, incluso en los últimos días lo llevé a una parroquia de la periferia de Roma y no quería irse", comentó Fisichella durante un encuentro en la sede de la prensa extranjera.
Fisichella adelantó que, además de las audiencias de los miércoles, el Papa también tendrá audiencias extraordinarias los sábados. "Él está preparado", aseguró.
En cuanto a la seguridad durante el Jubileo, Fisichella señaló que tanto la Santa Sede como Italia están preocupadas, pero enfatizó que Roma es una ciudad segura, aunque esto no implica bajar la guardia.
Fisichella también mencionó que, aunque no hay eventos específicos para la promoción de la paz, se ha planeado un "Jubileo de los gobernantes", al que asistirán varios jefes de Estado o de Gobierno. Este evento, que se llevará a cabo entre el 20 y el 22 de junio de 2025, podría convertirse en una gran oportunidad para la discusión sobre la paz.
Los programas preparados para la celebración del Año Santo serán sometidos a la aprobación del Papa el próximo 6 de junio. Según Fisichella, las previsiones de peregrinos que visitarán Roma durante el Año Santo son de 32 millones de personas, basadas en un estudio realizado por la facultad de sociología de Roma Tre.
Al ser preguntado sobre qué ocurriría con el Jubileo si el Papa renunciara, Fisichella, quien es teólogo y no canonista, explicó que el Jubileo cesaría junto con todas las actividades, ya que los jefes de dicasterio dejarían sus cargos una vez que el Papa anunciara su renuncia.
El Jubileo, el primero ordinario de Jorge Bergoglio, comenzará con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro el 24 de diciembre de 2024 y se clausurará el 6 de enero de 2026, según la bula papal titulada "Spes non confundit" (la esperanza no defrauda).