El Pentágono ordenó el lunes a los infantes de Marina que abandonaran Los Ángeles, más de un mes después de que el presidente Donald Trump ordenó su despliegue en la ciudad pese a las objeciones de los mandatarios locales.
El despliegue de los 700 marines se ordenó el 9 de junio, en el cuarto día de protestas en Los Ángeles debido a la batida del gobierno de Estados Unidos contra inmigrantes. También se desplegaron 4 mil efectivos de la Guardia Nacional.
Su presencia en la ciudad se había limitado a dos ubicaciones con edificios federales en Los Ángeles, incluyendo la oficina y el centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés) en el centro de la ciudad.
Durante su despliegue fuera de un complejo federal en el oeste de la ciudad, los marines detuvieron temporalmente a un hombre que dijo que tenía prisa por llegar a una cita en la oficina del Departamento de Asuntos de Veteranos.
La decisión de retirar a los marines se produce después de que la mitad de las tropas de la Guardia Nacional recibió la orden de abandonar la ciudad la semana pasada. El resto continúa en Los Ángeles. El portavoz del Pentágono Sean Parnell dijo que "la presencia militar envió un mensaje claro: no se tolerará la ilegalidad".