Hunter Biden compareció este miércoles en un interrogatorio a puerta cerrada organizado por los legisladores republicanos, quienes pretenden armar un juicio político que termine por destituir a su padre, Joe, como presidente de Estados Unidos.
La investigación sobre los Biden tiene más de 14 meses y rodea los presuntos negocios del demócrata y su familia para clientes en China, Ucrania y otros países.
De acuerdo con los republicanos, los Biden cometieron corrupción y tráfico de influencias cuando el mandatario era vicepresidente de Barack Obama, del 2009 al 2017.
Durante su comparecencia, Hunter aseguró que su padre "no tuvo que ver" en sus negocios, misma respuesta que dio su tío y hermano del ejecutivo, James Biden, la semana pasada en el Congreso.
"No involucré a mi padre en mis negocios, deberían ponerle fin a esta farsa de política destructiva y sin fundamento", señaló Hunter en su declaración de apertura.
Asimismo, Hunter afirmó que los comités del partido republicano han "perseguido" a su padre a través de "política partidista", insinuando que la investigación está respaldada por los simpatizantes del expresidente, Donald Trump.
Aunado a lo anterior, el abogado de Biden, Abbe Lowell, señaló que los cargos sólo demuestran que la investigación está basada en "testigos y acusaciones poco creíbles", por lo que es poco probable que siga en pie.
Posteriormente, la Casa Blanca desestimó los esfuerzos de los adversarios de Joe, calificándolos de ser "trucos políticos infundados".
Cabe recordar que la investigación en contra de ambos, padre e hijo, no ha arrojado evidencia sobre delitos, además de que el informante designado por los republicanos fue acusado de tener vínculos con funcionarios rusos.