SEÚL, Corea del Sur.- Corea del Norte celebró el 80 cumpleaños del fallecido líder Kim Jong Il con un concierto, fuegos artificiales y una inusual ceremonia al aire libre cerca de su frontera con China, reportaron medios estatales el miércoles, mientras el país promueve una mayor unidad interna frente a las dificultades derivadas de la pandemia del coronavirus.
El hijo de Kim y actual líder del país, Kim Jong Un, asistió a la ceremonia de Estado en la ciudad de Samjiyon el martes, en la víspera de la fecha del aniversario de su padre, según informó la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA, por sus siglas en inglés).
Cuando Kim Jong Un apareció, todos los asistentes “estallaron en clamorosos vítores y ‘hurras’ hacia él”, antes de que rindiese homenaje a la estatua de su padre, agregó KCNA.
El evento mostró la firme resolución de los asistentes de unirse a Kim Jong Un para lograr la prosperidad mediante la autosuficiencia, dijo KCNA. En todo el país se celebraron actos similares para conmemorar la fecha.
De acuerdo con el reporte de KCNA, los altos funcionarios que visitaron Samjiyon presenciaron una muestra de fuegos artificiales y un concierto. Es poco habitual que Corea del Norte celebre un evento de alto perfil en la ciudad ubicado a los pies del monte Paektu, el pico más alto de la Península de Corea que es el centro del mito fundacional del país que gira en torno a la familia Kim. En Samjiyon, que según Kim Jong Un personifica la “voluntad de hierro” de la nación para alcanzar la prosperidad, hay un importante proyecto de desarrollo en marcha.
El cumpleaños de Kim Jong Il es uno de los feriados más importantes en Corea del Norte, junto al de Kim Il Sung, el fallecido abuelo de Kim Jong Un y quien estableció Corea del Norte en 1948. Kim Jong Un gobierna el país desde la muerte de su padre a causa de un infarto a finales de 2011.
El miércoles, los norcoreanos subieron al monte Mansu, en Pyongyang, para depositar ramos de flores y presentar sus respetos a las estatuas gigantes de Kim Jong Il y Kim Il Sung. En las calles de la capital podían verse carteles con mensajes de celebración como “El gran evento de la nación”.
El mes pasado, Corea del Norte llevó a cabo una serie de pruebas de misiles que, según los expertos, fueron un intento de presionar a Estados Unidos para que ofrezca concesiones como el alivio de las sanciones. Pyongyang admitió que enfrenta graves problemas económicos debido a la pandemia del COVID-19.
Los ensayos se detuvieron antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno en China, su último gran aliado y su salvavidas económico, a principios de mes.