Matt Gaetz ha anunciado que retira su nombre como candidato del presidente electo Donald Trump para fiscal general de Estados Unidos. "Aunque el impulso era fuerte, está claro que mi confirmación se estaba convirtiendo injustamente en una distracción para el trabajo crítico de la Transición Trump/Vance", ha indicado el excongresista republicano por Florida a través de la red social X.
La candidatura de Gaetz se ha visto erosionada por sus escándalos sexuales con menores y las acusaciones de consumo ilegal de drogas, entre otras.
Habían trascendido alegaciones contra él de que tuvo relaciones sexuales en una segunda ocasión con una menor.
Varios nombramientos de Trump han sido una especie de órdago al sistema, pero ninguno era tan polémico como el de Gaetz, en el que se combinaba la falta de preparación técnica y de experiencia profesional adecuada con una catadura moral impropia del cargo.
Suponía pasar de estar investigado por el Departamento de Justicia a dirigirlo. Su nombre suscitaba un fuerte rechazo, incluso entre los republicanos.
El propio presidente electo y el que será su vicepresidente, J. D. Vance, han estado intentando convencer a los senadores para que lo apoyen, pero las posibilidades de fracaso en el necesario voto de confirmación en el Senado eran muy altas.
Gaetz es uno de los personajes más odiados por parte de los congresistas republicanos.
Su animadversión contra él aumentó cuando presentó la moción de censura que supuso la destitución de Kevin McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes. "No hay tiempo que perder en una refriega innecesariamente prolongada en Washington, por lo tanto, retiraré mi nombre de la consideración para servir como fiscal general", ha explicado el candidato. Evita pasar así por el trago de tener que dar humillantes explicaciones públicas sobre su conducta al ser examinado por el Senado.
Trump ha agradecido a Gaetz su retirada. "Aprecio enormemente los recientes esfuerzos de Matt Gaetz por conseguir la aprobación para ser fiscal general. Lo estaba haciendo muy bien, pero, al mismo tiempo, no quería ser una distracción para la Administración, por la que tiene mucho respeto.