WASHINGTON .-Agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos matan a tiros a un intruso que el miércoles estaba rompiendo ventanas en la residencia del embajador de Perú en Washington, informaron las autoridades.
El embajador y su familia estaban en la residencia ubicada en el vecindario de Forest Hills, en el noroeste de Washington cuando escucharon que alguien rompía varias ventanas poco antes de las 8 a.m. y llamaron al Servicio Secreto. Esa agencia federal es responsable de proteger a dignatarios extranjeros y misiones en Estados Unidos, incluidas embajadas y residencias diplomáticas.
Uniformados del Servicio Secreto se encontraron con un hombre armado con una varilla en el patio trasero de la residencia y emplearon una pistola de descargas eléctricas para detenerlo, pero “esas armas parecen no haber tenido ningún efecto sobre la persona”, informó el jefe del Departamento de la Policía Metropolitana, Robert Contee, en una conferencia de prensa.
Los agentes entonces abrieron fuego contra el hombre, que fue declarado muerto en el lugar de los hechos, agregó Contee. Su identidad no ha sido revelada.
En un comunicado difundido en su página oficial, la embajada de Perú en Estados Unidos informó que “en horas de la madrugada, una persona ingresó a la Residencia Oficial sin autorización, causando daños materiales a la propiedad. Dicha persona fue abatida por el Servicio Secreto”.
El comunicado agregó que el “embajador, su familia, el personal de la residencia y los agentes del servicio secreto se encuentran a salvo, y el hecho está siendo investigado por las autoridades competentes”.
La residencia es una de las casas más grandes de Washington y está rodeada de árboles. Está justo afuera del parque Rock Creek, que serpentea a través de la capital estadounidense.
Los investigadores todavía están tratando de averiguar por qué el hombre estaba en la residencia del embajador y por qué estaba rompiendo las ventanas, dijo Contee. Varias ventanas y puertas alrededor de la propiedad quedaron destrozadas, precisó.
“Todavía estamos en las primeras etapas de la investigación”, explicó Contee. “No sabemos quién es este individuo, no sabemos por qué esta persona estaba en la residencia del embajador”.
Contee precisó que el hombre parecía tener entre 20 y 30 años y que las autoridades aún no habían determinado si llevaba algún tipo de identificación.
Los investigadores aún no han identificado un motivo, pero Contee dijo que “parece haber sido un hecho aislado en esta residencia en particular”.