Washington, EU.- El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, fue dado de alta este lunes tras dos semanas ingresado en el hospital y en medio de una polémica porque el presidente del país, Joe Biden , no fue inmediatamente informado de su hospitalización, lo que generó críticas, especialmente de la oposición republicana, que acusó un vacío de poder en el Pentágono .
El Pentágono anunció en un comunicado que "tras consultarlo con el médico personal, el secretario Austin fue dado de alta del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed", a las afueras de Washington. El secretario de Defensa, que padece cáncer de próstata, continúa su recuperación y seguirá desempañando sus funciones desde casa hasta que esté en condiciones de regresar a su oficina.
Lloyd Austin, de 70 años, fue sometido el 22 de diciembre a una prostatectomía para tratar su cáncer y posteriormente fue dado de alta, pero el 1 de enero por la noche regresó al centro médico por una infección del tracto urinario derivada de la operación y fue ingresado a la unidad de cuidados intensivos. Austin reconoció que pudo "haber hecho un mejor trabajo" y la Casa Blanca anunció una revisión de los protocolos, pero Biden mantiene la confianza en su secretario de Defensa.
El equipo médico del secretario dijo esta misma jornada, ya a través de un comunicado, que "el cáncer de próstata del secretario Austin fue tratado temprana y efectiva, y su pronóstico es excelente". El jefe del Pentágono no tiene previsto ningún tratamiento adicional más allá de la vigilancia periódica.
La hospitalización del funcionario generó una enorme controversia debido a que ni Austin ni su equipo informaron a Biden de lo sucedido hasta el 4 de enero, tres días después de haber sido ingresado, y el Pentágono no emitió un comunicado hasta el 5 de enero. La oposición denunció que durante esos días hubo un vacío de poder al frente del Pentágono en un momento crítico, en el que la guerra de Gaza amenaza con una escalada regional en Medio Oriente.
La Casa Blanca afirmó el viernes que Austin estuvo trabajando desde el hospital mientras las tropas estadounidenses y británicas se preparaban para atacar a los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, enemigo de Estados Unidos.