Irán lanzó el martes por lo menos 180 misiles hacia Israel, en lo que representa la escalada más reciente de una serie de ataques en un conflicto de varios años entre Israel e Irán y sus aliados árabes que amenaza con sumir a Oriente Medio en una guerra regional.
El resplandor anaranjado de los misiles atravesó el cielo nocturno de Israel mientras se escuchaban las sirenas de ataque aéreo y los residentes se dirigían a toda prisa a los refugios antibombas. Israel prometió represalias por la andanada de misiles iraníes, los cuales, según dijo, causaron apenas unas cuantas heridas.
Previo al ataque de Irán, Israel había propinado una serie de devastadores golpes a la cúpula del grupo político-paramilitar Hezbollah en el Líbano. Posteriormente, incrementó la presión sobre la agrupación respaldada por Irán —la cual ha estado lanzando cohetes hacia Israel desde que empezó la guerra en la Franja de Gaza— emprendiendo lo que dijo que era una incursión terrestre limitada en el sur de Líbano.
Israel ha dicho que mantendrá su ofensiva sobre Hezbollah hasta que los ciudadanos desplazados de sus viviendas cerca de la frontera con Líbano puedan regresar a salvo a sus hogares. Hezbollah ha prometido seguir lanzando cohetes hacia Israel hasta que se produzca un cese del fuego en Gaza con Hamás, otro grupo que recibe respaldo de Irán.
Por su parte, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió el martes por la noche que tomará represalias contra Irán, que, señaló, "cometió un gran error esta noche y pagará por ello".
Israel considera a Irán como su peor enemigo —haciendo referencia a los reiterados llamados de Irán para la completa destrucción de Israel, su apoyo a los grupos milicianos árabes y su programa nuclear. Irán rechaza las acusaciones israelíes sobre su desarrollo de un arma nuclear.
En Estados Unidos, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, señaló que el ataque con misiles de Irán representa una "importante escalada", aunque dijo que había sido "derrotada e inefectiva", en parte debido a la ayuda de las fuerzas militares estadounidenses para derribar algunos de los proyectiles dirigidos a territorio israelí. El presidente Joe Biden dijo que su gobierno "apoya completamente" a Israel y que es parte de una "discusión activa" con colaboradores para determinar cuál sería la forma apropiada para responder a Teherán.