Es la tercera vez que el líder de los socialistas promete ante el rey de España cumplir con sus funciones como mandatario. Terminan así casi cuatro meses de incertidumbre política, después de que Sánchez lograra en el Congreso de los Diputados la mayoría absoluta necesaria para gobernar en coalición. A la vez, continúan las protestas nocturnas entre detractores y afines a partidos de derecha y ultraderecha.
Con su mano derecha sobre la Constitución, frente al rey de España Felipe VI y sin simbolismos religiosos, Pedro Sánchez juramentó su cargo de presidente del Gobierno español. "Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y de Ministras", recitó por tercera vez en los últimos cinco años.
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) revalidó su cargo después de conseguir la mayoría absoluta de 179 escaños a favor –171 en contra– en el Congreso de los Diputados.
El trabajo de Sánchez inicia ahora, una vez publicado su nombramiento en el Boletín Oficial del Estado (BOE), lo que oficializa su cargo. El primer desafío es la conformación de un nuevo Ejecutivo de coalición para los próximos cuatro años y el reto de cumplir con todo lo pactado con las distintas ramas políticas, algunas regionalistas, que votaron a favor de su investidura.
Se espera que el presidente izquierdista comience a reunirse con los actuales ministros este fin de semana. En el nuevo Gobierno de coalición tendrá una fuerte participación Sumar, el partido liderado por Yolanda Díaz, hasta ahora vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.