El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto que marca el inicio de la nueva campaña de reclutamiento militar de primavera.
Según este decreto, aproximadamente 150,000 ciudadanos rusos, con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años, serán llamados a filas desde el lunes 1 de abril hasta el 15 de julio.
El objetivo de esta medida es reforzar las fuerzas militares del país. El decreto, ya publicado en el portal de información legal de Rusia, establece el servicio militar obligatorio para aquellos ciudadanos que no estén en la reserva y estén dentro del rango de edad mencionado.
Esta nueva campaña sucede después de la realizada en otoño, en la cual se llamaron a 130,000 nuevos reclutas. Se espera que esta cifra supere el número de movilizados registrado durante la campaña de primavera del año pasado, que contó con alrededor de 147,000 personas.
Es importante destacar que el gobierno ruso aseguró que estos nuevos reclutas no serán enviados al frente en Ucrania. En su lugar, serán desplegados como parte de formaciones y unidades militares dentro del territorio ruso. Tampoco serán destinados a regiones ucranianas bajo control ruso, como Donetsk, Lugansk, Jersón o Zaporiyia.
La constante capacidad de Rusia para reclutar efectivos preocupa a Ucrania y a sus aliados occidentales. Según la inteligencia militar británica, Rusia mantiene una "significativa ventaja cuantitativa" sobre Ucrania en términos de munición y número de equipos. Se estima que Rusia esté reclutando unos 30,000 nuevos combatientes cada mes, lo que le permite "absorber pérdidas" y continuar con sus acciones contra las fuerzas ucranianas.
Este proceso de reclutamiento es un tema de gran relevancia en la esfera geopolítica y militar, y será seguido de cerca por la comunidad internacional en los próximos meses.