Las marchas por Palestina han incrementado durante este viernes, luego de que un colectivo estudiantil tomara el instituto de Sciences Po París, en la capital francesa, con el propósito de "condenar las acciones de Israel" en Gaza.
Según la prensa local, un grupo de activistas y alumnos de la asociación Palestina de Sciences Po trató de mantener la ocupación del edificio central de la universidad, ubicada en el corazón de París.
Marchas y manifestaciones contra el genocidio de Gaza se han reportado estos días en diferentes partes del mundo, haciendo más ruido en Estados Unidos, en universidades como Emory, de Atlanta, donde los estudiantes se enfrentaron con la policía, situación que terminó en múltiples arrestos y altercados en las instalaciones del campus.
Asimismo, la Universidad de Columbia, una de las más prestigiosas de Nueva York, fue el epicentro de una ocupación estudiantil, luego de que decenas de jóvenes acamparan en distintos puntos del centro de estudios.
Durante las protestas en el instituto de Sciences Po París, el comité pro-Palestina se declaró en contra de la colaboración de las universidades nacionales con el gobierno israelí, además de las organizaciones federales que han apoyado a Israel en el conflicto contra Hamás.
Para el grupo de protestantes, Israel está ejerciendo una "opresión sistémica del pueblo palestino", generando la ira de la dirección del instituto, la cual optó por cerrar partes del campus y condenar las acciones de los jóvenes.
Algunos de los estudiantes miembros de las protestas han sido llamados a declarar por la policía debido a realizar "apología al terrorismo", luego e que se publicara un comunicado que justificaba el ataque de Hamás en Israel, el pasado 7 de octubre.
Desde aquel día, los constantes ataques aéreos y terrestres de las fuerzas armadas israelíes han dejado más de 30 mil palestinos asesinados en Gaza, de los cuales, al menos el 70% corresponde a menores de edad y a mujeres.
Mientras, la comunidad internacional ha exigido un cese al fuego de manera inmediata, petición ignorada por Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, quien asegura que los ataques persistirán hasta que Hamás sea destruido.