La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró este martes una emergencia local e impuso un toque de queda en una sección del centro de la ciudad luego de varios días consecutivos de protestas y actos de vandalismo relacionados con las recientes medidas migratorias del gobierno federal.
El toque de queda comenzará este martes a las 8 p.m. (hora del Pacífico) y se extenderá hasta las 6 a.m. del miércoles. Abarcará una zona específica de una milla cuadrada en el centro de Los Ángeles, donde se han concentrado las manifestaciones más intensas de los últimos días.
Aunque la medida se limita a esta área, la alcaldesa advirtió que el toque de queda podría mantenerse durante varias noches más, dependiendo de cómo evolucionen las protestas.
Por qué se declara el toque de queda
Según explicó Bass, la decisión responde a los daños considerables causados por el vandalismo nocturno en el centro de la ciudad, que se suman a una escalada de violencia e incidentes peligrosos registrados desde el sábado.
El presidente Donald Trump afirmó este martes que Los Ángeles está siendo invadida por un "enemigo extranjero" y prometió "liberar" la ciudad tras días de protestas contra las redadas migratorias.
En un discurso en una de las bases militares más grandes del país, Trump llamó "animales" a los manifestantes y consiguió que las tropas abuchearan a los demócratas Gavin Newsom, gobernador de California, y Joe Biden, expresidente de Estados Unidos.
Trump ha ordenado el despliegue de miles de miembros de la Guardia Nacional (una fuerza de reserva) y 700 marines en activo en Los Ángeles, a pesar de que las autoridades californianas afirman que la medida es innecesaria y que agravará la situación.
La segunda ciudad de Estados Unidos es escenario de disturbios callejeros desde el viernes por revuelta contra las redadas migratorias, pero ese ha sido el pretexto. Ahora han comenzado a vandalizar negocios.
No más anarquía
"Esta anarquía no seguirá. No permitiremos que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero", declaró Trump a las tropas en la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte (sudeste).
Trump describió a los manifestantes como "animales" que "portan con orgullo las banderas de otros países".
"Lo que presencian en California es un ataque en toda regla a la paz, el orden público y la soberanía nacional, perpetrado por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera de nuestro país", añadió el mandatario republicano.