El mandatario informó el martes que se había infectado del virus aunque agregó que seguiría realizando sus labores mientras guarda reposo.
Hernández presenta “algunos infiltrados en sus pulmones” y está recibiendo medicamentos por vía intravenosa, dijo Contreras.
Hernández es el primer jefe de Estado latinoamericano en contraer COVID-19, dijo que empezó a sentirse mal el fin de semana y el martes recibió los resultados de la prueba. Indicó que esto era parte del riesgo que conlleva el trabajo y que, debido a sus responsabilidades, no podía quedarse en casa constantemente.
Hernández informó que sus síntomas son leves y que ya está empezando a sentirse mejor. El presidente ya está bajo un tratamiento que los médicos hondureños llaman “MAÍZ”, por ser las iniciales de microdacyn, azitromicina, ivermectina y zinc. Permanecerá aislado y bajo observación, según un comunicado de presidencia emitido el martes por la noche.
Hernández detalló que su esposa es asintomática y otras dos personas que trabajan con ellos también están infectadas.
Honduras tiene casi 10 mil casos confirmados de la enfermedad y 330 muertes. Pero las pruebas son limitadas y el sistema de salud pública opera bajo una gran presión.
El centro de la epidemia de Honduras es Cortes, el estado que rodea a San Pedro Sula en el norte, pero en las últimas semanas han surgido casos alrededor de la capital, Tegucigalpa.