El candidato socialdemócrata y oficialista Peter Pellegrini ha emergido como el vencedor indiscutible en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales eslovacas, celebradas el sábado, al obtener el 55,02% de los votos, según datos oficiales recogidos por la agencia TASR.
Su rival, el liberal Ivan Korcok, se quedó atrás con un 44,97% de apoyo, a pesar de ser el favorito tras liderar la primera vuelta de los comicios hace dos semanas.
La alta participación ha sido destacable en esta segunda vuelta, rondando el 60%, un aumento notable en comparación con el 52% registrado en la primera vuelta del 23 de marzo, según cifras preliminares.
Pellegrini, quien sucederá a Zuzana Caputova como nuevo presidente, ha expresado su agradecimiento por el apoyo ciudadano y ha calificado su victoria como "un enorme compromiso, un gran honor y una satisfacción", enfatizando su compromiso con el Manifiesto del Gobierno y la estabilidad política.
La figura presidencial en Eslovaquia tiene poderes limitados, aunque desempeña funciones cruciales como firmar tratados internacionales, nombrar jueces y, en circunstancias específicas, vetar leyes aprobadas por el Parlamento.
Caputova, la actual presidenta, quien optó por no buscar la reelección por razones personales, felicitó a Pellegrini por su victoria y lo instó a gobernar de manera que ningún sector de la sociedad se sienta excluido.
Korcok, por su parte, felicitó a su oponente y expresó su decepción por la derrota, pero subrayó su deseo de que el próximo presidente gobierne de manera independiente, basándose en sus propias convicciones y sin influencias externas.
La victoria de Pellegrini llega en un momento de polarización política en Eslovaquia, marcado por las recientes protestas contra el gobierno de Robert Fico. Pellegrini se presentó como una figura de reconciliación en medio de estas tensiones, buscando unir a una sociedad dividida. Su compromiso con el Manifiesto del Gobierno y su enfoque en la estabilidad política podrían ofrecer un terreno común para superar las divisiones y avanzar hacia un futuro más cohesionado.
La participación activa de la ciudadanía en estas elecciones refleja un renovado interés y compromiso con el proceso democrático en Eslovaquia.
Los altos niveles de concurrencia en ambas vueltas de las elecciones subrayan la importancia que los eslovacos otorgan a su sistema político y al proceso electoral como medio para determinar el rumbo del país.
Ahora, Pellegrini enfrenta el desafío de liderar un país en medio de la incertidumbre económica y política, así como de mantener la estabilidad interna y las relaciones exteriores en un contexto global cada vez más complejo.