El Ministerio de Defensa de Moscú anunció el sábado que las fuerzas rusas habían tomado el control de cinco localidades en el noreste de Ucrania como parte de su nueva campaña terrestre en la región.
Periodistas ucranianos informaron que las tropas rusas habían capturado Borysivka, Ohirtseve, Pylna y Strilecha, ubicadas en una "zona gris" disputada militarmente en la frontera entre la región de Járkov, en Ucrania, y Rusia.
Las autoridades rusas también anunciaron la captura de otra localidad, Pletenivka, en una ofensiva que, según las autoridades ucranianas, ha obligado a más de 1.700 civiles a huir.
La escalada de violencia ha dejado al menos tres muertos y cinco heridos, según el gobernador de Járkov, Oleh Syniehubov. Además, se reporta que la artillería, los morteros y los bombardeos aéreos han alcanzado más de 30 localidades.
Ante la ofensiva rusa, Ucrania envió refuerzos a la provincia el viernes para repeler los intentos de las fuerzas rusas de romper las defensas locales.
El gobernador de Járkov, Oleg Sinegubov, informó sobre la evacuación de 1.775 personas y los ataques rusos contra unas 30 localidades en las últimas 24 horas. Varios grupos de residentes fueron vistos evacuando en camionetas y automóviles con la mayor cantidad de pertenencias posible.
Las fuerzas rusas han logrado avances en esta zona fronteriza de Ucrania, que ya invadieron en 2022 y de la que luego fueron expulsadas ese mismo año. Estos avances representan un desafío para las tropas ucranianas, que se ven superadas en número y municiones.
En respuesta, funcionarios rusos reportaron que cinco personas murieron y nueve resultaron heridas en tres ataques distintos de drones y artillería ucranianos contra provincias fronterizas rusas y la ciudad de Donetsk, en el este de Ucrania, controlada por separatistas apoyados por Rusia.