Una racha de terremotos de gran intensidad, encabezados por uno de magnitud 6.3, sacudieron la costa este de Taiwán durante la tarde del lunes y la madrugada del martes, desencadenando el colapso parcial de cuatro edificios en el condado oriental de Hualien.
De acuerdo con imágenes proporcionadas por la agencia estatal de noticias CNA, tanto un hotel como un bloque residencial sufrieron daños estructurales en la capital del condado, donde apenas hace 20 días ocurrió otro terremoto de magnitud 7.2, el más fuerte registrado en la isla en los últimos 25 años.
Además, una fábrica en el municipio de Ji'an se desplomó desde el segundo hasta el primer piso, mientras que una vivienda en la zona rural de Shoufeng, previamente desocupada tras el sismo del 3 de abril, sufrió daños parciales.
Los movimientos telúricos se emparejaron con la caída de lluvia torrencial, provocando deslizamientos de tierra y rocas en varias carreteras del condado de Hualien.
Como medida preventiva, el Gobierno local anunció el cierre de escuelas y oficinas en la región, instando a los residentes a mantenerse alejados de estructuras consideradas "peligrosas".
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, emitió un llamado a la población para que evite las zonas montañosas y permanezca vigilante ante posibles réplicas. "Cuando ocurra un terremoto, no tengas miedo. Domina el principio de 'agáchate, cúbrete y quédate quieto', evitando así lesiones en la cabeza y protegiéndote", expresó en su cuenta oficial de Facebook.
Por otro lado, la empresa Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el principal fabricante de chips a nivel mundial, informó que evacuó al personal de algunas de sus fábricas en Taiwán debido a los terremotos, aunque aseguró que sus operaciones no se vieron afectadas.