La fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, acudió este lunes 29 de enero a una reunión con el nuevo presidente del país, Bernardo Arévalo, y su gabinete, pero se retiró anticipadamente alegando impedimentos legales, sin que abordara el pedido del mandatario para que renuncie.
Las tensiones entre la fiscal general y el político se remontan al pasado 12 de julio, cuando la jefa del Ministerio Público arrancó una cruzada de cuatro meses de acciones judiciales para intentar frenar la asunción presidencial de Arévalo, quien ganó las elecciones contra todo pronóstico.
"Me vi en la necesidad de retirarme ya que la reunión se pretendía llevar a cabo en el marco del Consejo de Ministros, que por mandato constitucional y legal me prohíbe participar", afirmó la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, sobre el encuentro con el presidente del país, Bernardo Arévalo.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, vio así frustrado nuevamente este lunes 29 de enero el intento de encarar a la fiscal general, Consuelo Porras Argueta, acusada de intentar impedir su investidura.
La fiscal Porras, quien impulsó una cruzada judicial que puso en jaque la investidura de Arévalo, acudió a la segunda citación del nuevo presidente, quien le ha pedido públicamente su dimisión, algo que ella rechaza. Su mandato vence en 2026.
La fiscal aseguró que acudió a la citación de Arévalo "en cumplimiento de la ley orgánica del Ministerio Público" (Fiscalía), pero se retiró porque esa reunión interfería con la "autonomía" de la institución que ella dirige.
Horas después, en una carta publicada en la red social X (antes Twitter), la fiscal invitó al mandatario a una "reunión de trabajo" el miércoles de la próxima semana en la Fiscalía para "coordinar esfuerzos interinstitucionales en favor de las víctimas del delito".
Arévalo, cuya llegada al poder hace dos semanas ha levantado temores entre la élite tradicional del país, citó a Porras a la sesión del gabinete luego de que ella se negara a reunirse con él el miércoles pasado.
Ese mismo día, la fiscal de 70 años, considerada "corrupta" por Estados Unidos, dijo no dejaría su cargo. Arévalo carece de facultadas para removerla.
Porras Argueta, que llegó a la Fiscalía en 2018, elegida por el entonces presidente Jimmy Morales (2016-2020) y fue confirmada por Alejandro Giammattei (2020-2024), no puede ser separada de su cargo a menos que se compruebe en un debate que ha incurrido en delitos, según la ley actual del país centroamericano.