La Cámara de Representantes de Texas, liderada por el Partido Republicano, llevó el sábado al fiscal general del estado Ken Paxton a juicio político por cargos que incluyen sobornos y abuso de la confianza pública, un revés histórico y repentino para un colega republicano que ascendió hasta convertirse en una estrella del movimiento legal conservador a pesar de años de escándalos y supuestos delitos.
La votación da pie a una suspensión inmediata de Paxton a su cargo hasta que se dé a conocer el resultado del juicio en el Senado del estado, y le otorga al gobernador, el republicano Greg Abbott, la facultad para designar a alguien más para desempeñarse de forma interina como el principal abogado de Texas.
La votación de 121 a favor y 23 en contra representa una caída abrupta para uno de los combatientes jurídicos más reconocidos del Partido Republicano, quien en 2020 solicitó a la Corte Suprema que revirtiera el triunfo electoral del presidente Joe Biden sobre Donald Trump. También convierte a Paxton en apenas el tercer funcionario en ser llevado a juicio político en los casi 200 años de historia de Texas.
Paxton, de 60 años, criticó la medida momentos después de que varios de sus compañeros republicanos votaron a favor de someterlo a un juicio político, y su oficina se refirió a reportes internos que no encontraron irregularidad alguna.
"El horrendo espectáculo de este día en la Cámara de Representantes de Texas confirmó que el escandaloso complot de destitución en mi contra nunca tuvo la intención de ser justo o imparcial", dijo Paxton. "Desde el principio fue una farsa con motivos políticos".
El FBI ha estado investigando a Paxton durante años por acusaciones de que utilizó su cargo para ayudar a un donante y fue acusado por separado de cargos de fraude de valores en 2015, aunque aún no ha sido juzgado. Su partido se mantuvo en silencio durante mucho tiempo en relación a las acusaciones, pero eso cambió esta semana cuando 60 republicanos, incluido el presidente de la Cámara de Representantes de Texas, Dade Phelan, votaron a favor de someterlo a un juicio político.
"Ninguna persona debería estar por encima de la ley, y menos aún el máximo responsable de la ley en el estado de Texas", dijo en su discurso de apertura el representante David Spiller, miembro republicano de la comisión que investigó a Paxton. Otro representante republicano integrante del panel, Charlie Geren, dijo sin entrar en detalles que antes de la votación Paxton se comunicó con algunos legisladores y los amenazó con "consecuencias" políticas.
Los legisladores que están del lado de Paxton intentaron desacreditar la investigación, señalando que fueron investigadores contratados, y no los miembros del panel, los que entrevistaron a los testigos. También dijeron que varios de los investigadores habían votado en las primarias demócratas, manchando el proceso de juicio político, y que tuvieron muy poco tiempo para revisar la evidencia.