Washington, EUA / Especial
Con apenas dos días de margen, el presidente Joe Biden firmó el sábado la ley que eleva el techo de deuda del gobierno de Estados Unidos, evitando así un impago sin precedentes. Fue un desenlace decididamente discreto para un drama de un mes que inquietó a los mercados financieros dentro y fuera del país y que provocó que jubilados ansiosos y organizaciones de servicios sociales hicieran planes de contingencia en caso de que el país no pudiera pagar todas sus cuentas.
En lugar de realizar una ceremonia pública con legisladores de ambos partidos, mostrando el bipartidismo que Biden había citado en un discurso en la Oficina Oval el viernes por la noche, el presidente firmó la iniciativa en privado como reflejo del ajustado plazo que enfrentaban los líderes de la nación.
El Departamento del Tesoro había advertido que el país empezaría a quedarse sin liquidez para pagar todas sus facturas el lunes, lo que habría enviado ondas de choque a las economías de Estados Unidos y del resto del mundo.
La Casa Blanca publicó una foto del presidente firmando la iniciativa. En un comunicado breve, Biden agradeció a los líderes demócratas y republicanos del Congreso por su colaboración, un mensaje cordial que contrastó con el rencor que caracterizó inicialmente el debate sobre la deuda.
El enfrentamiento comenzó cuando los republicanos se negaron a aumentar el límite de endeudamiento del país a menos que los demócratas accedieran a recortar el gasto. Al final, la Casa Blanca inició semanas de negociaciones intensas con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, republicano por California.
El acuerdo final, aprobado por la Cámara de Representantes el miércoles y por el Senado el jueves, suspende el límite de la deuda hasta 2025 -después de las próximas elecciones presidenciales- y restringe el gasto público. Da a los legisladores objetivos presupuestarios para los próximos dos años con la esperanza de asegurar la estabilidad fiscal a medida que toma fuerza la temporada electoral.
Al aumentar el límite de deuda de la nación, ahora en 31,4 billones de dólares, se garantizará que el gobierno pueda seguir pidiendo prestado para pagar las deudas ya contraídas.
"Aprobar este acuerdo presupuestario fue fundamental. Lo que estaba en juego no podría haber sido más alto", dijo Biden desde la Oficina Oval el viernes por la noche. "Nada habría sido más catastrófico" que el incumplimiento de pago de la deuda del país, añadió.
"Nadie obtuvo todo lo que quería, pero el pueblo estadounidense obtuvo lo que necesitaba", aseguró Biden, destacando el "compromiso y el consenso" en el acuerdo. "Evitamos una crisis y un colapso económicos".
Biden aprovechó la oportunidad para detallar los logros de su primer mandato mientras se postula para la reelección, incluido el apoyo a la fabricación de tecnología de punta, inversiones en infraestructura e incentivos financieros para combatir el cambio climático. También destacó las formas en que debilitó los esfuerzos republicanos para hacer retroceder su agenda y lograr recortes más profundos.
"Estamos recortando gastos y reduciendo los déficits al mismo tiempo", dijo Biden. "Estamos protegiendo prioridades importantes desde el Seguro Social hasta Medicare, Medicaid, veteranos y nuestras inversiones transformadoras en infraestructura y energía limpia".