Decenas de miles de personas salieron a las calles del centro de Londres ayer para asistir a una marcha a favor de los palestinos que exige un cese del fuego permanente en Gaza.
La Policía informó que, si bien la mayoría de los presentes protestaron pacíficamente, 18 personas fueron arrestadas, entre ellas al menos cinco por incitar la intolerancia racial.
La Marcha Nacional por Palestina en el centro de Londres fue la más reciente de una serie de protestas masivas registradas en la capital británica y muchas otras ciudades europeas cada fin de semana desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás el mes pasado.
Las protestas se llevaron a cabo en el segundo día de un cese del fuego de cuatro que ha permitido el ingreso de ayuda humanitaria muy necesitada en la Franja de Gaza y ha dado a los civiles su primer respiro tras siete semanas de guerra.
La Policía Metropolitana indicó que arrestó a un hombre bajo sospecha de incitar la intolerancia racial "cerca del punto de inicio de la protesta". El hombre fue visto con una pancarta que tenía símbolos nazis, señaló la Policía.
Más tarde el sábado, la policía informó que arrestaron a otras cuatro personas que distribuyeron "literatura que contenía una esvástica dentro de una Estrella de David".
Las marchas propalestinos de las últimas semanas han desatado un acalorado debate en Gran Bretaña sobre la libertad de protesta, así como sobre los poderes de la Policía para reprimir lo que algunos miembros de la comunidad judía consideran lenguaje o acciones intolerantes, racistas o antisemitas.
A principios de este mes, la exministra del Interior del Reino Unido, Suella Braverman, fue objeto de fuertes críticas cuando describió a los manifestantes propalestinos como "manifestantes del odio".
Los críticos la acusaron de exacerbar las tensiones y poco después fue despedida por el primer ministro Rishi Sunak.
El sábado, la Policía distribuyó panfletos en la marcha para aclarar lo que se considerarán violaciones de la ley, después que altos funcionarios del gobierno ejercieron presión para que fuera más estricta con las presuntas muestras de antisemitismo en las protestas.